miércoles, 16 de enero de 2013

Soraya

Real Academia Española

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    El español ya es segunda lengua en Tuiter, cuyos usuarios, por la ley de la pereza cósmica, tienden, como los académicos de Cebrián, a prescindir de los acentos.

    En la verja de la Academia hay una placa municipal con el nombre de la calle, que consta de cinco palabras y dos faltas de ortografía.

    Con los tuiteros y los académicos comiéndose el acento en los escritos, al gobierno no le queda otra salida que ponerlo en los impuestos.

    –Pondremos el acento en los impuestos: los subimos porque algunos no los pagan –explica María Soraya, que es vicepresidenta del gobierno y actúa como el sargento de “La chaqueta metálica”: si el recluta patoso se come el donut, toda la compañía está castigada.
    
María Soraya pastorea un consejo de ministros que no parece, precisamente, una compañía de marines. Y, siendo castellana de las de clarete y lechazo, ha interiorizado la concepción gallega del poder: para el marianismo, el “poder” no es un sustantivo, sino un verbo deslizante: es “lo que se puede”.
    
Arrecia el tabarrón catalán y María Soraya contesta que no está para “escaladas verbales”, y uno entonces se la imagina en un rastrojo de Medina del Campo sujetando en colleras de galgas, a la espera de que salte la liebre catalana, a las “Palabras” de Octavio Paz: “Dales la vuelta, / cógelas del rabo (chillen, putas), / azótalas, / dales azúcar en la boca a las rejegas, / ínflalas, / globos, pínchalas,/ sórbeles sangre y tuétanos, / sécalas, / cápalas, / písalas, gallo galante, / tuérceles el gaznate, cocinero...”

    –No vamos a merendar la cena –remata María Soraya.
    
“Merendar la cena” es dicharacho del pícaro Villarroel, que, oído en Madrid, nos ilumina el destierro a los castellanos viejos.

   Villarroel huía de pleitos y no quería en casa ni abogados como María Soraya ni gatos como Artur Mas, pues estos, decía, roen un arca y los otros suelen merendar la cena, que no otra cosa quiere decir poner el acento en los impuestos.