Esperando los octavos

Francisco Javier Gómez Izquierdo

La liguilla previa a la auténtica Copa de Europa es un negocio que la Uefa vende al continente con un afán de lucro desmesurado -propio de la legendaria avaricia judaica- y que goza de todos los parabienes. En media docena de partidos, equipos que se cuelan en el torneo por extraordinarios resultados insospechados teniendo en cuenta su plantilla -Braga, Montpellier, Málaga, Nordsjaelland- juntan unos millones de euros que en realidad agradecen más que la gloria de participar.
     

Los grandes clubs de la vieja Europa cogieron la sartén por el mango para poder permitirse tropiezos remediables a lo largo de la liguilla, lo que no evita que uno y a veces hasta dos de “La Familia” se obcequen en el error hasta Navidad. El año pasado el empecinamiento vino de uno de los manchesteres y en el presente le va a tocar al otro, circunstancia que permitirá poner en orden lo que descolocó un sorteo caprichoso que había juntado a los campeones de Inglaterra, Alemania y España en el mismo grupo.
     Mantengo que Barça y Madrid son los dos mejores equipos de fútbol del Mundo y que coincidan en la final es sueño no sólo de los aficionados españoles, sino también  del resto de países. El que ambos hayan tropezado en la cuarta jornada ha movilizado a la crítica especializada a repartir sus enseñanzas.  

Achacar a Modric carencias físicas y a Song deficiencias  técnicas es descubrir el Mediterráneo y no detectarlo cuando se negociaban sus fichajes desfachatez e hipocresía. Sigue sin caberme en la cabeza el interés de Mou por Luka Modric y el nulo entusiasmo por los centrales por parte de Tito.
       

Creo recordar que a Song se le trajo por tener centímetros y a Modric para hacer mejor a Özil. Personalmente creo que antes que en Song, los técnicos del Barça debieron pensar en un central -por necesidad- de la talla de Hummels, un poner... y a Mourinho le faltaron ganas para convencer a Kaká de lo que le convenía. De todos modos, lo hecho, hecho está... y los mimbres son los que son, mucho más fibrosos y capaces que los criados en cepas de otras riberas, por lo que enredarse en el error del fichaje no soluciona nada; sin olvidar que son dos futbolistas que serían titulares en cualquier equipo de championlí.

       Los hinchas del Málaga, Borussia, Celtic ó Bate Borisov no van a olvidar las victorias ante Milán, Real Madrid, Barça y Bayern de Múnich. Recordarán que un día fueron felices y orgullosos y que pudieron con los mejores.

      -Luego ganaron la Champions ese año... pero con nosotros perdieron.
      

La liguilla sirve para eso. Para que un día se rebele la servidumbre... pero sólo un día. Ni el Celtic ni el Málaga van a ser campeones. El Borussia, tampoco, aunque Mourinho dice que, si se clasifican, los alemanes puede que lo sean.
    
     PD.-Me entero de que “Villafranca”, paisano y casi quinto, hizo sus últimas fotos en el Real Madrid-Borussia. Según me cuentan, en alguna ocasión -Burgos es un pueblo- coincidimos de veinteañeros tomando claretes en las Llanas. A Melquiades y sus esquiladores los retrataba cada año. D.E.P.