Lo que Ramos hace con el caballo deberá hacer Mourinho con Ramos
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Saca hoy el Marca un supuesto desplante del futbolista Sergio Ramos a su entrenador Mourinho, al tiempo que Marcelo Bielsa airea sus dotes de mando en todas las televisiones del país. Pueden parecer dos incendios otoñales en dos vestuarios sacramentados con el bautismo de la discreción, pero en realidad no pasan de sendos ejercicios de soberbia irreflexiva.
Al señor Mourinho se le pueden discutir muchas de sus tácticas, alineaciones, fichajes..., incluso su incontinencia verbal, porque se entiende que el fútbol de hoy es opinión más que juego, pero que sus futbolistas han de obedecer como reclutas por desacertadas que sean las órdenes, es regla que acepta hasta el aficionado menos avisado. Un entrenador de fútbol no puede actuar democráticamente y perseguir el contentamiento de toda la plantilla. Un entrenador manda. El futbolista obedece y sólo se le consiente que gaste inspiración cuando proceda.
A Sergio Ramos se le detecta escaso conocimiento y una nula asimilación de la disciplina que el oficio le exige, por lo que vestirse de Özil es desvarío democrático de los que creen que lo correcto es lo que “sus cojones digan”. Sergio Ramos ha violado una frontera siendo recluta. Sin pedir permiso al general. Ni siquiera al sargento. Estas faltas se pagan en el calabozo y a veces.... hasta te pueden formar consejo de guerra. Lo inteligente sería reeducarlo como a un preso desviado y que comprendiera lo costosas que pueden llegar a ser sus malas prácticas, pero si persistiera en su inconsciencia y se manifestara refractario al tratamiento, lo mas conveniente sería cambiarle los aires... y que se ponga gallito en otro corral.
El caso de Sergio Ramos no es el de Llorente. Ni Bielsa es Mourinho. Marcelo Bielsa tiene una corte periodística de aduladores que cree que las manías del rosarino, como gusta llamarle, tienen categoría místico-poética y en ésa mentira navega mecido por aires mentirosos.
El Athletic tuvo la temporada pasada ratos muy buenos de fútbol y una exagerada sobreprotección de la fortuna. Espectaculares fueron dos encuentros en Europa -ya, ya...., uno fue con el Manchester- , pero fíjense a quién eliminó en la Copa del Rey y como perdió las dos finales. En plena destrucción de lo que Caparrós edificara, a Don Marcelo se le ha ocurrido echar la culpa a Llorente de los males bilbaínos. Lo tiene castigado en el banquillo hasta que Iraizoz encaja uno o dos goles.
-Salga y arregle el partido.
Así pasó contra el Hapoel judío, contra el Español, contra la Real... y como LLorente no lo arregla, pues
¡Llorente ejecución!
No podemos saber del amor de Llorente al Athletic, pero apostaría a que Bielsa no es más león que Llorente, y la inevitable fuga del delantero centro sólo puede pararla una “espantá” del “rosarino”. Locura de la que es muy capaz y que suele ser muy celebrada por su júligans.