Xavi irrumpe en el rondo de canteranos culés para dar la noticia de que Chanquete ha muerto
Jorge Bustos
La imagen era de Jabois: los canteranos culés haciendo el rondo en La Masía y Xavi Hernández que irrumpe a la carrera sorbiéndose las lágrimas para comunicar la noticia:
—¡Chanquete ha muerto!
Y los chicos levantan apenas la mirada del césped, afluye quizá una
sombra de duelo normativo a sus quérubes pupilas y enseguida reanudan el
toque, la geometría ética y estética que cifra el fundamento del ánima
mundi.
Ahora es Xavi quien ha condescendido a tocar y
tocar con las perlas, los lapislázulis y las amatistas de la cantera y
pongamos que interrumpe el rondo destellante Tito Vilanova, deslizándose entusiasmado sobre la hierba rasuradita:
—Xavi, te han concedido el Premio Príncipe de Asturias a pachas con Íker Casillas.
Y el reloj de la triangulación se detiene, los chicos levantan la
cabeza, sonríen leve pero inequívocamente a su segundo capitán y
enseguida acomodan de nuevo el interior del pie para recibir y dar,
controlar e impulsar a imagen y semejanza de los flujos marinos.
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