miércoles, 22 de agosto de 2012

Obscenidad

De niña a mujer en un telediario
Ana Blanco, la cara de Bélmez de la socialdemocracia española
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Al alcalde de Bilbao le parece una obscenidad (es decir, algo que debe ser ocultado a la vista) que el delantero centro pamplonica Llorente pida cinco millones por jugar en el Athletic.

    –¡Con la que está cayendo!

    Igual que Karl Kraus, martillo de periodistas, se negaba a tratar con gente que dijera “efectivamente”, yo hace tiempo que procuro eludir el trato con gente que diga “con la que está cayendo”, y Llorente haría bien si siguiera mi ejemplo, para no tener que discutir su sueldo en el mercado libre con ese alcalde que, antes de ir a dar cuenta de un cogote en “La Viña”, ha enseñado la patita: “¿Tengo yo (como alcalde) más o menos responsabilidad que estos chicos (los futbolistas)? ¡Y no pido cinco millones!”

    ¡Acabáramos!

    Y, por culpa del alcalde, ya tenemos aquí el chiste de aquel Jesús más humilde que Guardiola porque, pudiendo nacer en Bilbao, nació en Belén: si será humilde Llorente que, pudiendo jugar en el Athletic, juega en el Bayern.

    No me gusta, en el fútbol, el culto a la cantera, salvo que el canterano renuncie por amor a cobrar lo mismo que un “mercenario”, y todavía no he conocido un caso, con las excepciones del francés Zidane y del turco Altintop.
 
La cantera es el nacionalismo de los pobres.

    El alcalde de Bilbao quisiera, en el fondo, que Llorente (que es de Pamplona) fuera la Ana Blanco (que es de Portugalete) del Athletic.
 
Ana Blanco, veintiún años de Telediario sin despeinarse, es la cara de Bélmez de nuestra socialdemocracia, la canterana de España.
 
¡Con la que está cayendo!

    Con la que está cayendo, los aborígenes de Bildu prohíben los toros en San Sebastián para no herir la sensibilidad del gudari Bolinaga.