Pitu de Tazones
Plus codificado
Francisco Javier Gómez Izquierdo
Tras el frenesí futbolero de estos dos últimos años, en los que las parejas protagonistas Mou-Pep y Messi-Cristiano han tenido al respetable narcotizado en una orgía de pasiones mal digeridas, aterriza de nuevo un Madrid-Barça.
No sé si les pasará a ustedes, pero a un servidor le parece que la temporada empieza como sin ganas. Con cierto cansancio emocional después de dos años malgastando energías. Como si se volviera de una orgía salvaje de treinta días y apeteciera la siesta en el prado, arrullado por el canto de los pajarillos.
Sin Guardiola, los duelos de gigantes no serán ya lo mismo y como los amos del fútbol han vuelto a reventar la feria en provecho propio para que el fútbol sólo lo vean los ricos, el aficionado se va a conformar con ver a los juveniles y al equipo de su pueblo, porque como dicen los paisanos de mi bar “el Madrid y el Barça son siempre lo mismo y está claro que juegan solos”.
Mi animadversión al grupo Prisa que fundó el señor Polanco viene del fútbol y no de esa autoridad moral que detentan sus empleados haciendo fascistas a los que no acatan sus bandos. La presunción y el fanatismo sólo se erradican con educación y en último caso con la muerte, por lo que es tontería intentar corregir necedades. Cuando el gobierno amigo regaló a Prisa el fútbol codificado, como yonqui que soy me aboné y contribuí al enriquecimiento de una casta de gurús vomitivos que llegaron a cobrar hasta doce leuros por partido. El canal Gol nos hizo ver el timo de los prisaicos, pues con lo que pagábamos por un partido veíamos cuarenta, incluidos los del Madrid y el Barça. Dicen que las negociaciones de estas semanas han acabado en acuerdo beneficioso para las dos partes que disputaban las transmisiones, aclarándonos que el acuerdo es la imposibilidad de ver a los dos colosos en abierto. Así se hundió el balonmano y así se hundió el baloncesto. Codificando a los héroes.
No sé si les pasará a ustedes, pero a un servidor le parece que la temporada empieza como sin ganas. Con cierto cansancio emocional después de dos años malgastando energías. Como si se volviera de una orgía salvaje de treinta días y apeteciera la siesta en el prado, arrullado por el canto de los pajarillos.
Sin Guardiola, los duelos de gigantes no serán ya lo mismo y como los amos del fútbol han vuelto a reventar la feria en provecho propio para que el fútbol sólo lo vean los ricos, el aficionado se va a conformar con ver a los juveniles y al equipo de su pueblo, porque como dicen los paisanos de mi bar “el Madrid y el Barça son siempre lo mismo y está claro que juegan solos”.
Mi animadversión al grupo Prisa que fundó el señor Polanco viene del fútbol y no de esa autoridad moral que detentan sus empleados haciendo fascistas a los que no acatan sus bandos. La presunción y el fanatismo sólo se erradican con educación y en último caso con la muerte, por lo que es tontería intentar corregir necedades. Cuando el gobierno amigo regaló a Prisa el fútbol codificado, como yonqui que soy me aboné y contribuí al enriquecimiento de una casta de gurús vomitivos que llegaron a cobrar hasta doce leuros por partido. El canal Gol nos hizo ver el timo de los prisaicos, pues con lo que pagábamos por un partido veíamos cuarenta, incluidos los del Madrid y el Barça. Dicen que las negociaciones de estas semanas han acabado en acuerdo beneficioso para las dos partes que disputaban las transmisiones, aclarándonos que el acuerdo es la imposibilidad de ver a los dos colosos en abierto. Así se hundió el balonmano y así se hundió el baloncesto. Codificando a los héroes.
Para ver a Cristiano y a Messi, papá tiene que quitarse muchos leuros de la nómina del paro y es cosa que no puede consentir mamá, con lo que papá dirá como la zorra de la fábula:
-Si, total, la Liga se la va a llevar uno de los dos. No merece la pena.
Ayer quise ver al Málaga en Copa de Europa y me enteré que los de Prisa también tienen la Championlí en un canal que hay que pagar aparte... con lo que mi fobia hacia esos millonarios que presumen de solidarios progresistas creció hasta límites indecentes.
Son los amos del fútbol. Contrataron Homeros como Segurola o Relaño y pregoneros como De la Morena o Paco González. Se deshacen de los que osan replicar un mínimo y se ciscan en los más elementales principios democráticos. Cuatro avariciosos se enriquecen haciendo muecas cómplices a sus criados, a los que llaman intelectuales, y van pasando los años sin detector de hipocresías. Siempre les queda un Millás bendecidor que se acordará de los pobres y despreciará a los ricos.
De momento... a los pobres los dejan sin fútbol pata negra ciertos ricos. Se lo voy a decir a la banda de Sánchez Gordillo. Tienen previsto llegar hoy a Córdoba.
Y sí... hoy juegan Madrid y Barcelona la Supercopa. Es torneo a un partido que no debe ser importante pues se puede ver en abierto. Lo veremos los pobres... pero que no crea el señor Cebrián que nos engaña, por muy gorda que le parezca la migaja.