Iglesia de Santa María
Procesión del Viernes Santo
21,30 horas
Con lectura del Vía Crucis de Gerardo Diego
Los Pasos alineados en el templo
El Viernes Santo del Humilde
La procesión se pone en marcha
Jerusalén arde en fiestas. / Qué tremenda diversión / ver al justo de Sión / cargar con la cruz a cuestas.
G. D.
Vende tus bienes y sígueme...
Si no os hiciéreis como uno de estos pequeñuelos...
Luto castellano
Los monacillos de las Siete Palabras
Dedo imperativo del Señor
La barba es lo primero que imitan de Cristo los apóstoles del medio Evangelio
Pemán
Perdona a tu pueblo, Señor, / perdona a tu pueblo, /
perdónale, Señor.
perdónale, Señor.
Cuando Cristo fue levantado en la Cruz atrajo a Sí todas las cosas
Juan 12, 32
La Piedad en la calle
(En el nombre del padre)
He aquí helados, cristalinos, / sobre
el virginal regazo, /
muertos ya para el abrazo, / aquellos
miembros divinos.
G. D.
No estés eternamente enojado, / no estés eternamente enojado, /
perdónale, Señor.
perdónale, Señor.
Por tus profundas llagas crueles, / por tus espinas y por tus hieles, / perdónale, Señor.
Las mujeres de la Pasión
(A falta de hombres en el censo, tres jóvenes voluntarias se hacen cargo
del paso -el más liviano- del Ecce Homo)
Por las heridas de pies y manos, / por los azotes tan inhumanos, /
perdónale, Señor.
He aquí helados, cristalinos, / sobre
el virginal regazo, /
muertos ya para el abrazo, / aquellos
miembros divinos.
G. D.
Saxo (de insuperable tristeza), tambor y verónica
Y al contemplar cómo vienes / una mujer se atraviesa, / te enjuga el rostro y te besa.
/ La llamaban la Verónica. / Y exacta tu faz agónica / en el lienzo queda impresa.
G. D.
El regreso
Plañideras y monacillos
(El Cristo suelta la Cruz)
Coro de señorinas, contrapunto magnífico y popular para los cultos y delicados versos
de Gerardo Diego
Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo / perdónale, Señor.
de Gerardo Diego
Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo / perdónale, Señor.
Senatus Populusque Romanus
Expresión que figuraba en el lábaro de Constantino,
transformada por el Cristianismo en
Salva Populum quem Redemisti
(En su elocuente locura, Unamuno reprendía al Catolicismo
como un compromiso entre el Evangelñio y el Derecho Romano)
El Cristo, con las barbas del atrezzo en una bolsa,
aguarda la entrada de los últimos penitentes
Las Siete Palabras
Fue en Perú donde por primera vez se articuló y popularizó la predicación de las Siete Palabras,
el Viernes Santo, luego extendido a toda la Cristiandad
El padre Alonso Messía las predicó en la iglesia de San Pedro de Lima
en la última decena del siglo XVII