Alfredo Valenzuela
Efe
La colección Biblioteca de rescate de la editorial Renacimiento ha publicado Historias de locos para conmemorar el centenario de la muerte de Miguel Sawa (Sevilla-1866, Madrid, 1910), hermano menor del legendario bohemio Alejandro Sawa que inspiró a Valle-Inclán el protagonista de Luces de bohemia.
Hace un siglo que no se publicaba ninguna obra de Miguel Sawa, ya que estas Historias de locos vieron la luz póstumamente apenas tres meses después de su muerte, que le sobrevino en plenas negociaciones para la publicación del que sería su tercer libro de ficción, tras las colecciones de relatos tituladas Amor y Ave, fémina.
No obstante, del valor literario de las narraciones de Miguel Sawa dan cuenta varias antologías colectivas como Antología española de literatura fantástica, Cuentos españoles bohemios, La realidad oculta. Cuentos fantásticos españoles del siglo XX y Cuentos terroríficos, en la que comparte páginas con Galdós, Baroja, Valle-Inclán y Zamacois, entre otros.
Al igual que hizo con su hermano Alejandro, Manuel Machado escribió un Epitafio a Miguel Sawa, un soneto en eneasílabos, en el que destacaba la bonhomía del escritor sevillano: "Un ademán caballeresco, / un corazón bueno y valiente, / con un talante quijotesco / y una gran fantasía ardiente."
Miguel Sawa fue un adelantado en denunciar en sus relatos lo que hoy ha adquirido la denominación de "violencia de género" y en su vida real "no dudaba en intervenir, jugándose el tipo, ante cualquier abuso físico infligido en plena calle por un hombre a una mujer", según destaca en el prólogo de esta edición el profesor de literatura Sergio Constán. Este rasgo de su personalidad también fue reseñado, aunque con cierta sorna, por Manuel Machado: "Toda mujer era para el buen Miguel una dama... aun después de demostrarse lo contrario".
Miguel Sawa fue uno de los periodistas fundadores de la Asociación de la Prensa de Madrid, llegó a dirigir un periódico, La Voz de Galicia, y, en efecto, cosechó fama de buen hombre, sin compartir la vida desgarrada a la que se entregaron dos de sus hermanos: Alejandro, a quien la bohemia le pasó la factura de la ceguera y la locura, y Enrique, quien tuvo habilidades de libelista, chantajista, sablista y estafador.
En una época especialmente turbulenta para el ejercicio del periodismo, Miguel Sawa parece que sólo cosechó amigos, uno de los cuales, Ramón del Valle Inclán, le eligió como testigo cuando hubo de batirse en duelo con el también escritor Manuel Bueno.
Manuel Bueno, tres días antes, le propinó al autor de Tirano Banderas los bastonazos que acabaron costándole la amputación de su antebrazo izquierdo, si bien el duelo no se celebró por las penosas condiciones en las que el gallego concurrió al campo del honor.
Historias de locos reúne 19 relatos breves o historias en su mayoría contadas por sus propios protagonistas, ya confinados en el manicomio, desde el individuo que está convencido de estar embarazado, el que encontró a su doble exacto, el que entabló relaciones con una sirena o el que no puede aceptar que su mujer fuese "adivinada" por el pintor Rubens en uno de sus famosos lienzos. Estas historias también son protagonizadas por suicidas, necrófilos, criminales guiados por mujeres fatales y, cómo no, locos que se creen Napoleón