PANCHO VILLA vs. JIMMY WILDE
(18 de Junio de 1923)
(18 de Junio de 1923)
Nat Fleischer
Siempre hay drama en la despedida de un gran campeón, y en la pelea que voy a reseñar lo hubo en abundancia. Ésta es la historia de la batalla por el campeonato mosca, en la que Pancho Villa, de las Filipinas, derrotó en el séptimo asalto al galés Jimmy Wilde, el Terror de Tylorstown, en el escenario de Polo Grounds, Nueva York.
El mosca Wilde viajó a los Estados Unidos teniendo en su contra sólo un nocao, que se produjo en una pelea de la que salió con mucha honra. El 13 de Enero de 1921, Jimmy había caído en diecisiete asaltos frente al peso gallo norteamericano Pete Herman, que el mes anterior había perdido el título gallo ante Joe Lynch en una pelea muy cerrada.
El encuentro con Herman había sido el único de Wilde en 1921. En 1922, Jimmy se mantuvo inactivo, y en 1923 lo llamaron de Nueva York para enfrentarlo a Pancho Villa por la corona mundial mosca. Wilde, el mejor en su peso de todos los tiempos, tenía treinta y uno años cuando aceptó la oferta del promotor Tom O’Rourke, aunque no había realizado más que una pelea de exhibición desde su derrota a manos del gallo Herman. Su casi total inactividad había durado dos años y medio, pero no temió enfrentarse a la fierecilla filipina. Y los fanáticos vieron la pelea quizás más grande que se diera en la división de los moscas.
El triunfo de Villa se produjo al minuto y cuarenta y seis segundos del séptimo asalto de una contienda que por muchos años será recordada. Mientras duró, fue toda una batalla. La multitud se debatía entre la pena por el pequeño galés, que no podía con la velocidad de Pancho, y el entusiasmo loco por la pericia del retador. Desde que Battling Nelson recibió de pie el conteo completo en el cuadragésimo asalto de su pelea con Ad Wolgast, en 1910, nunca un campeón había tenido un final tan glorioso.
A partir del segundo asalto se vio que el pequeño galés sería derrotado sin remedio. Al final de ese asalto recibió un golpe a la mandíbula que lo puso en malas condiciones. Lo arrastraron hasta su esquina, y en el resto del combate ofreció una de las mejores demostraciones de coraje que se han visto en un ring. Los segundos de Wilde dijeron que el golpe que lo había derribado era ilegal, y la mayoría de los que estaban junto al ring declararon que el golpe había sido lanzado después de sonar la campana dando fin al segundo asalto. En Inglaterra, ese golpe habría provocado la descalificación de Pancho.
Wilde salió de la esquina en el tercero tambaleándose y medio ciego, pero fue en busca de su contrario. Villa le pegó izquierdas y derechas a la cara que lo hicieron vacilar sobre sus pies, aunque no retroceder. Golpe tras golpe caía en la cara del galés, que oscilaba pero no cejaba.
La valentía del galés hizo pensar al público que era posible una victoria del monarca. Sin embargo, su reinado como uno de los más relevantes campeones mundiales expiraba ya. Y su final fue patético, de cara contra la resina después de recibir un castigo despiadado. Vacilando sobre sus piernas y sin fuerza ya en los brazos, Jimmy no obstante se lanzó al ataque al comenzar el séptimo, pero Villa lo llevó a golpes hasta una esquina y allí lo martilló con ambos puños sin misericordia. El retador finalmente dio un paso atrás para tomar distancia. Wilde bajó la guardia, y Pancho lo golpeó a mansalva con una derecha a la mandíbula. Jimmy cayó de cara al piso, totalmente inconsciente.
El gran campeón terminó como lo había querido. En el sexto asalto el árbitro le ofreció la oportunidad de poner fin al combate, pero él contestó:
–No lo detengas. Quiero perder como un campeón.
A partir del segundo asalto se vio que el pequeño galés sería derrotado sin remedio. Al final de ese asalto recibió un golpe a la mandíbula que lo puso en malas condiciones. Lo arrastraron hasta su esquina, y en el resto del combate ofreció una de las mejores demostraciones de coraje que se han visto en un ring. Los segundos de Wilde dijeron que el golpe que lo había derribado era ilegal, y la mayoría de los que estaban junto al ring declararon que el golpe había sido lanzado después de sonar la campana dando fin al segundo asalto. En Inglaterra, ese golpe habría provocado la descalificación de Pancho.
Wilde salió de la esquina en el tercero tambaleándose y medio ciego, pero fue en busca de su contrario. Villa le pegó izquierdas y derechas a la cara que lo hicieron vacilar sobre sus pies, aunque no retroceder. Golpe tras golpe caía en la cara del galés, que oscilaba pero no cejaba.
La valentía del galés hizo pensar al público que era posible una victoria del monarca. Sin embargo, su reinado como uno de los más relevantes campeones mundiales expiraba ya. Y su final fue patético, de cara contra la resina después de recibir un castigo despiadado. Vacilando sobre sus piernas y sin fuerza ya en los brazos, Jimmy no obstante se lanzó al ataque al comenzar el séptimo, pero Villa lo llevó a golpes hasta una esquina y allí lo martilló con ambos puños sin misericordia. El retador finalmente dio un paso atrás para tomar distancia. Wilde bajó la guardia, y Pancho lo golpeó a mansalva con una derecha a la mandíbula. Jimmy cayó de cara al piso, totalmente inconsciente.
El gran campeón terminó como lo había querido. En el sexto asalto el árbitro le ofreció la oportunidad de poner fin al combate, pero él contestó:
–No lo detengas. Quiero perder como un campeón.
Y así fue como perdió el título.