sábado, 3 de octubre de 2009

SANTA OLIMPIADA, VIUDA




Creése que nació en Constantinopla el año 368.
Procedía de ilustre progenie. Quedó huérfana siendo aún muy niña, y más adelante, llena de virtudes y de gracias naturales, casó con un caballero; pero a los veinte días tuvo el sentimiento de perder a su esposo, a quien amaba entrañablemente.
Transida de dolor y de pena, pero conformándose con las disposiciones del Altísimo, Olimpiada resolvió permanecer constantemente viuda, ocupándose con el mayor celo y constancia en las obras de piedad y caridad, y se entregó a la oración y a la mortificación y penitencia.
Finalmente, llena de años y merecimientos, murió el día 17 de diciembre, a principios del siglo V.