jueves, 20 de junio de 2024

Malas calles


Alberto Guillén


Ignacio Ruiz Quintano
Abc


Pablemos es un pícaro latinoché –picar, morder– que se aburre en su escaño y habla –“talk is cheap”– de echarse a la calle, que en Madrid es el parque del Retiro, para dar la chapa con el comunismo a los novios y parados de larga duración.


¿Para qué queríamos más? En menos de lo que tarda en persignarse un cura loco, sobre Pablemos han saltado, como Cato, el asistente chino del inspector Clouseau, todos los titanes del Consenso (pompón, charanga y guantes blancos) en defensa de lo único que une, en el Parlamento o en la Academia, a un español con otro:


¡A mí que no me toquen el cocido!

En la Academia, institución que cada vez recuerda más a “La linterna de Diógenes” del indio Alberto Guillén, andan ahora poniéndose como chupa de dómine por los derechos de autor… del Quijote, que, al decir de Pérez Reverte, reclama Paco Rico, el marido de Victoria Camps (no confundir con Victoria Ocampo), que ha puesto un estanco que despacha federalismo.


Y en el Parlamento, institución que paga bien y en sus fechas (“después de mí, las instituciones”, dicen que decía el General), los jefes de la partidocracia han puesto orejas de mistolobo al oír a Pablemos decir que en el Parlamento no se muerde.


Es difícil morder y hablar a la vez –dice el Psoe, que, con abstenerse, se anima como Hong Kong en fiestas.


Aquí se puede hacer pedagogía para la ciudadanía –dice la Esquerra, con su nómina del Estado monárquico petada de trienios en el bolsillo.


Si se sabe hacer, de aquí se puede sacar mucho –dice el PNV, y no hay que decir más.


Para hacer política están las instituciones, en la calle sólo se hace en las dictaduras –dice Ciudadanos, cosa, ay, que siempre la oyó uno decir, por no salirnos de la lengua, a la gente del General en España y a la gente del Comandante en Cuba.

Y es que en ninguna de las tres naciones occidentales con sistema representativo (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia) sería concebible esta discusión con aforismos de panceta.


Octubre, 2016