viernes, 31 de enero de 2014

Constantinopla

 
Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Fue una noche extraña, entre ganaderos de bravo (los más “rabiosos”) y rumores de la caída de Constantinopla, que hubiera puesto no sólo la carne de gallina y los pelos de punta, sino la gallina de carne y la punta de pelos, si, en efecto, Constantinopla fuera el Periodismo.

    Y surge entonces el nombre de Curro Fetén, genio y figura, y aparece, como constantinopolitano de guardia, Juan Miguel Núñez, cronista taurino de Efe, que compartió ferias y viajes con Fetén, pegando brochadas que perfilen la idea de aquel currismo periodístico hecho de toro y necesidad, los dos sostenes del carácter en España.

    Todo el mundo ha oído hablar del ideario crítico formulado en la radio por Curro Fetén: “Para ser figura del toreo hay que mandar. Fulano no manda. Y si manda, aquí no llega.”

    Un día que Ortega Cano ha estado muy mal, Curro mira por encima del folio de Núñez y dice:

    –Bien, bien. Ponlo tú mal, que yo no puedo.
   
(Qué lección de “empoderamiento”, ahora que a los progres no se les cae el palabro de la boca, para los cursis a lo Pablo Iglesias, el maula con coleta de “Podemos”.)
   
Otro día, volviendo de Logroño, feria de San Mateo, la grisura de la última tarde y del primer otoño, dan en la carretera con un coche funerario. “Al menos, va vacío”, dice Núñez, agarrándose a un consuelo. “Esos son los peores”, contesta Fetén. “¿Por qué dices eso?”, pregunta Núñez. “¡Van buscando una oportunidad!”, remata Fetén.

    Paran en una gasolinera y Curro enciende un cigarro. Núñez le llama la atención. Curro, sin darse por enterado, exclama: “¡Pobrecitas!” “¿Pobrecitas? ¿Quiénes?” “Las moscas”, contesta Curro, señalando a un par de moscas en un lametón de sol. “¡Se les acaba la temporada!”

    Más este titular (para contar que en Barcelona, donde Chamaco toreaba toda la semana, Puya consiguió anunciarse un día):

    –En la Feria de Chamaco, Curro Puya ha puesto una caseta.
   
Y comprometemos de palabra un homenaje a Curro Fetén en Casa Salvador.

El Racing de Santander

Rácing de los bigotes: De pie: Santamaría, De la Fuente, Chinchón, Espíldora, Sistiaga, García.
                          Agachados: Sebas, Barba, Aitor Aguirre, Pedro Amado y Arrieta


Francisco Javier Gómez Izquierdo
 
De esta edición de Copa sólo es destacable, a las puertas de las semifinales, una eliminatoria, la de los dos atléticos, y un equipo, el Rácing de Santander. A las once de la mañana de hace dos lunes estaba el autobús cántabro parado en un restaurante del alto Labarga en Burgos y no pude dejar de compadecer el palizón que les quedaba hasta Almería. Eliminaron a los andaluces de Primera y se convirtieron en ese héroe pobre que hace amigos cada año venciendo a enemigos de superior categoría. Los jugadores del  Rácing ya han llegado a lo máximo en lo deportivo -a cuartos-, pero necesitan arreglar lo suyo, que no es otra cosa que poder pagar facturas. Su presidente es un perillán de mucho cuidado, cuya última ocurrencia ha sido aplicar el truco que disimula reventas por internet, regalando una entrada por la compra de un bufanda del equipo. Así el dinero no llega por taquilla y no va a los jugadores, o eso he entendido.

     La ruina del Rácing lleva varias temporadas gestándose y uno de los mayores contribuyentes fue ese Revilla charlatán que ahora insulta a un indio que bendijo con agua del Cantábrico cuando pisó El Sardinero. La directiva ha ido degenerando hasta llegar a este Lavín ó “Harry”, juguete de un tal Pernía, que se puso sueldo y cochazo a cargo del club. No acabamos de entender cómo siendo el Rácing propiedad de una empresa holandesa en la que hay muchos indios, sigue mandando tanto el tal Harry. Me dice un amigo de Santoña que al indio al que diera abrazos Revilla ya lo han destituido los holandeses y que viene un administrador con plenos poderes y con toda la cara de ser también indio de la India. Hasta el nombre parece indio: Onur Arslan.  A mí todos me parecen comisionistas que se aprovechan del técnico que se fija en talentos como Garay, Zigic ó Canales... para escaquear unos cientos de miles de euros en provecho propio.

    Los jugadores del Rácing no han jugado ante la Real. Sólo ha quedado una docena en la plantilla y los amos de Holanda o de la India parecen no querer saber que hay mucha nómina sin pagar. La necesidad ha hecho que varios jugadores se hayan marchado en busca de fortuna a otros equipos. ¡Menudo chollo ha encontrado el Recre con Sortres! A Córdoba se ha venido Nieto, medio derecho un tanto decadente pero a mí me gustaría que nuestro secretario técnico se hubiera fijado en Francis, lateral derecho experto que es lo que necesitamos, y que además es de Barbate.
     
El triste episodio de anoche servirá de catarsis en Santander. Me huele que cuando se marche el tal Harry, que se tendrá que marchar en menos de 48 horas, muchos santanderinos querrán ser protagonistas de un Rácing  que acaba de hacer historia  y pagarán abonos aliviadores. Recordarán los tiempos de gloria cuando eran conocidos como el equipo de los bigotes y cuando el difunto Maguregui recomendaba la dieta del chuletón y  el rioja para bien jugar y verán que Paco Fernández no desmerece, la verdad.

      ¡Que el Rácing y el Burgos suban a 2ª! La 2ª B es afrentosa para gentes de tanta nobleza.

jueves, 30 de enero de 2014

El Cid




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    ABC entregó anoche al Cid su premio al toreo del año, toreo de todos los años de El Cid, señor del toreo supremo, que es, dicho por Corrochano, el toreo que fluye con naturalidad, sin violencias y espontáneamente… ante un toro.

    La decadencia del toreo contemporáneo sólo es la consecuencia de la lucha interesada de un lobby taurino para expulsar de los toros al toro, esa fiera totalitaria y, por tanto, “pelín fascista”, criada con el único fin de estropearle al artista su dibujo de dengue y aletazo.

    Se llama Toreo Cultural, rama industrial de la Casa de las Siete Chimeneas, hoy pastoreada por un antitaurino, Lassalle, quien, en la inminencia de cruzarse en la calle con alguien de derechas, cambia españolazamente de acera.

    –Mire usted, querido Ruano: usted me estima y yo le correspondo, pero son tiempos de pocas bromas y usted tiene fama de fascista. De modo que le agradeceré que no se muestre tan efusivo conmigo en público, porque yo soy un republicano que está con el pueblo.
    
Descuide usted, Manolo (Manolo era Manuel Machado)… Ni en público ni en privado. Por mí puede usted irse a la mierda.
    
A entregar al Cid el ABC del año taurino por su faena de Otoño en Madrid vino Ana Botella, que ocupa el sillón del taurino más “gregui-gitano” que ha dado la política española, Enrique Tierno Galván, autor de “Los toros, acontecimiento nacional”.

    (“¡Cuidado con los griegos!” dijo Bergamín a María Zambrano. “Con todos. Y con los ‘gregui-gitanos’, como Platón, más.”)

    El Cid está fuera de época y de lugar (la empresa madrileña milita en el antitaurinismo) porque es el único torero que ha abierto Madrid, Sevilla y Bilbao pegando naturales a los toros victorinos.
    
Espoleado por la adversidad, El Cid dictó en Otoño, desde la pureza de su toreo al natural, una faena de Madrid: breve, seca y cellinesca, de cuando a Cellini, que vio una salamandra en el fuego, lo apalizó su padre para que esa visión tan rara le quedara en la memoria.

Pedro J. Ramírez: "Un periódico para la libertad"


En esta hora de obsesión
 por el profesionalismo gremial y carnetario,
 va siendo tiempo de reivindicar
 esa parcela de amateurismo
 que a todos debe quedarnos siempre
 en el alma

ABC
Junio, 1980

El Cid y su faena de Otoño en Madrid


Manolo Vázquez, José Escolar y J. R. Márquez en el Premio ABC al Cid


José Ramón Márquez

El Cid es una trinchera, una frontera, un clavo ardiendo. El Cid es, hoy por hoy, la última esperanza blanca, el último torero de verdad, de como antes eran los toreros. Un héroe. El torero que jamás vetó una ganadería, ni a otro torero, que en eso simplemente estriba el poderío; el torero que resistió todas las presiones y que jamás puso su nombre junto a un grupo empresarial, ni junto a unos apoderados mayoristas, porque quiso manejar sus cosas él solo, como los de antes.

-Yo tuve la suerte de que el éxito me llegó ya mayor.
Eso me dijo un día, acaso en Burgos, explicando su especial manera de ver el éxito, que jamás se le subió a la cabeza, sabedor, como buen cristiano, de cómo usualmente las cañas se tornan lanzas, como explicado queda en el Evangelio.

Cid es, como Guerrita, víctima de su oficio, de su conocimiento, de su suficiencia. Pero para el ignaro es sólo un hombre con suerte:
-¡Hay que ver la cantidad de toros buenos que le salen al Cid! -clama el que se cree que chana.
Y si eso fuese cierto, si Cid fuese un hombre tocado por la baraka, no se entiende que en vez de torear toros, cualquier toro que le echen, no haya dedicado sus empeños a jugar a la Lotería Primitiva, o a la ruleta en Las Vegas, que dan  más dinero y se pasa mucho menos miedo, en vez de ponerse a matar toros de Victorino.

Hace una semana, en Las Cuevas de Luis Candelas, un grupo de aficionados hablábamos de El Cid y volvió -¡cómo no!-  a salir el tema de la suerte:

-Don Luis Fernández Salcedo -dije-, hablando de Guerrita, explicaba que a ese gran torero se le censuraba la suerte que tenia con los toros, y pensándose que acaso los ganaderos seleccionaban los mejores para él, se puso de moda ya para siempre lo del sorteo; pero nadie echó cuentas de que después de imponerse el sorteo, Guerrita seguía teniendo la misma  “suerte” en los sorteos... pues lo mismo la pasa a Cid que, como en el caso de Guerrita, a lo que sea lo seguimos llamando suerte por no llamarlo conocimiento, oficio, buena cuadrilla, claridad de ideas, generosidad...
A muchos que van a los toros esto no les importa, porque ellos van a lo del arte. ¿Y a quién le importa el oficio, el conocimiento, la sabiduría,  si estamos en lo del arte?

Para otros, cada vez menos, y justo es reconocer que la mayoría somos de Madrid o somos asiduos a la Plaza de Las Ventas, El Cid representa el último eslabón de una cadena que -Dios no lo quiera- termina en él. Tuvimos la suerte en Otoño de contemplar en nuestra Plaza una gran faena, maciza, asolerada, clásica, que principia en dos delantales y una larga, donde templa perfectamente la embestida del toro, y luego continúa en cuatro verónicas y una espléndida media, muy sevillana, echándose el capote a los riñones en el remate. Luego, en el inicio de la faena de muleta, Cid empieza con «la mano de los biyetes», en el mismo terreno donde el toro se le entregó en los delantales -digamos que aquí se demuestra que Cid piensa en el toro y sabe de terrenos- y crea una impresionante serie de una verticalidad ascética en la que mueve al toro, perfectamente toreado, embebido en el vuelo de la muleta, resolviendo cada muletazo con la reciedumbre de su prodigiosa muñeca. Cid, purísima claridad, línea clara de la verdad del toreo, traza sus muletazos poderosos en esa primera serie como quien bendice, sin imponerse con violencia al animal, sino dejándole la ilusión de que eso es sólo un juego que acaso el bicho pueda llegar a ganar, demostrando a los tendidos la enorme suficiencia de quien negocia con un oponente a quien el torero, desde su conocimiento, ya da por vencido. Viene continuación una segunda serie de naturales que no baja en intensidad, en el mismo terreno, siempre a la distancia adecuada, siempre la muleta por delante, en la que reitera nítidamente los mismos argumentos basados en la verdad, en hacer ir al toro por donde no quiere, serie en la que Cid plantea descarnadamente la negación de la asquerosa y falsa seudotauromaquia que nos tratan de colocar todos los días, a todas las horas.
Con la plaza rugiendo, en el mismo terreno, Manuel Cid busca la distancia y vuelve a citar por naturales prolongando si cabe aún más la embestida, rematando perfectamente cada muletazo a base de mando, mucho temple y más dominio. En esa serie su figura erguida, su impecable naturalidad es un clamor de torería y de verdad y vuelan emocionadamente junto al torero los recuerdos de todos los grandes.
Después, agarra el estoque verdadero y se lleva al toro hacia el tercio del 9; ahí le mete una tanda por el derecho, rematada con guapeza y gran torería con un pase de trinchera que es un cartel de toros y después de otra porfía en redondo, un soberbio pase de pecho forzadísimo en el que se pasa el toro entero de cabeza a rabo por delante. Luego pasa la muleta de nuevo a la izquierda para finalizar la faena citando de frente -Manolo Vázquez- y engarza preciosamente ese natural con el siguiente ofreciendo el medio pecho, con la pata adelantada -¿no decían por ahí que eso no se puede hacer?- y la muleta adelantada -¿no habíamos quedado en que eso pertenece a la prehistoria del toreo?- y después, el ayudado. Sublime.

Esa faena inigualable, clásica y maciza fue la piedra de toque suficiente como para hacer a Manuel Cid merecedor al Premio ABC, que se le ha entregado hace un rato. Me cabe el honor de haber sido miembro del jurado que, en estos tiempos de turbación, de mudanza y de confusión, tomó la valiente decisión mayoritaria de premiar en El Cid todo lo que hoy en día no se estila: la torería, la hombría, el clasicismo, la pureza, la verdad.

 David Gistau entre don Eduardo Miura y el Conde de la Maza, anoche, en ABC

La belleza de la derecha

 



Jorge Bustos
 
Hace poco los curiosos muchachos de Arsuaga extrajeron de la Sima de los Huesos un fémur de cuatrocientos mil años cuyo análisis de ADN arrojó una conclusión asombrosa: pertenecía a un homínido más siberiano que burgalés. Hasta ahora en Atapuerca se creía haber encontrado básicamente casquería neandertal, individuos peor o mejor representados de la especie heidelbergensis. Pero resulta, dicen los chicos de Arsuaga, que la familia humana se dividió en dos ramas hace un millón de años, y que la fetén alumbró neandertales y sapiens mientras que la lerda siguió dando indocumentados documentados en norte de Rusia y norte de Burgos. El descubrimiento complica las cosas, enreda el árbol familiar y establece científicamente la verdad del torero: no solo hay gente pa tó, sino que la hay al mismo tiempo en el mismo planeta.

Creíamos que la historia de la evolución humana venía regida por un patrón de progreso lineal que iba enderezando al mono hasta erguirlo completamente para alcanzar cierta manzana por consejo de una mujer tentada por un ofidio, y ello antes de doblar al hombre otra vez sobre un ordenador de oficina según enseña el famoso chiste. Pero Atapuerca nos muestra que en el mundo convivieron especies distintas con distinto grado de sofisticación genética. Es decir, que la humanidad es en primer lugar gradual, y en segundo lugar tan sincrónica como diacrónica. Hubo un tiempo en que se podía ser más o menos humano no por educación sino de mero nacimiento, y en que los linajes pugnaban darwinianamente entre sí para pasar de la prehistoria a la historia pero a la vez eran exponentes cabales de su linaje particular, gorilesco o lampiño.

En Atapuerca ya se daba por tanto uno de los principales rasgos de la democracia: las minorías. La democracia es simultaneidad de estadios evolutivos dispares.

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miércoles, 29 de enero de 2014

Siervos de Onán



Hughes
Abc

“Creo que la masturbación es mala. Mutila al hombre. Alguien que dedicara su adolescencia a masturbarse se haría adulto sin saber exactamente cómo ser hombre”. Esto lo dijo Norman Mailer. El espacio que la web de ABC ha dedicado a la lacra de Onán ha despertado gran revuelo en internet, claro, ¡como que les han dado donde más les duele! No es que internet se dedique mucho a la masturbación, que por supuesto, es que se trata de una tecnología fundamentalmente onanista. Los internautas son estructuralmente onanistas. Compulsivos, egocéntricos, pasivos. No sorprende que la reacción cibernética haya sido inmediata (ellos pasan su tiempo dándole al F5 del placer) lo curioso es que hablen de la masturbación como de un logro sexual, como una libertad sexual progresista. Hombre, si eso es más antiguo que la tos. Si el fuego se descubrió cuando el homo erectus (quién si no) se decidió hace cientos de miles de años a golpear dos piedras repetidamente, el mismo procedimiento, autoaplicado, supuso el descubrimiento del placer onanista. Pues algo tan antiguo viene a ser reivindicado ahora por estos modernos del autoplacer (pajijipsters) que parece que han descubierto América. Yo personalmente agradezco a ABC esos consejos contra la esclavitud pajillera, que es la gran colonización capitalista de la sexualidad y la conciencia. Toda la vida del hombre es una lucha continuada contra la pulsión perpetua, indesmayable, de dejar lo que se está haciendo y hacerse una paja. ¡Cómo no se va a luchar contra eso! En Internet, que fusiona estructuralmente la masturbación intelectual con la masturbación sexual, incluso a veces simultaneamente (doble ventana), están furiosos y se rien con condescendencia bobalicona contra esos sabios consejos de contención. Consejos de una utilidad diría yo que revolucionaria.

(Internet ha propiciado otra cosa, además del masturbacionismo sistemático social, que la prensa ya no sea la canallesca sino la excanallesca, pues el encanallamiento ya es una propiedad exclusiva del lector).

Ciclojueces


Marian Viñas




 Mercedes Alaya


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    En Burgos debió de ser donde Ridruejo se ofreció a Franco para montar un sindicato.
   
 –¿Sindicatos? –dijo el general–. El obrero lo que necesita son bicicletas para no mojarse las alpargatas en invierno.
    
Y hasta aquí hemos llegado.
    
Una asociación que se llama Burgos Con Bici ha hecho un comunicado sobre los sucesos de Gamonal (el nuevo Tahití de los nuevos filósofos) que explica la superioridad moral del hombre que pedalea.
    
Promocionamos el uso de la bicicleta como modo de transporte habitual, que mejora la calidad de vida y el medioambiente, y promueve la solidaridad de los ciudadanos en lo referente a un medio saludable y habitable.
    
En resumidas cuentas, que con la bici “las ciudades y las personas mejoran” como Gamonal, “un barrio que sufre (!) especialmente el uso del automóvil”.

    Por José Antonio Camacho, que viene de la China, sabíamos que los chinos prefieren el Mercedes a la bicicleta, y por el Banco de España nos enteramos de que, debido a la caída de los costes laborales (20 por 100), España ya es oficialmente “la China de Europa”, y eso sin contar a los españoles que van a trabajar (13,82 euros menos por hora al año que un francés y 12,37 menos que un alemán) en bicicleta.
    
Aquí, el futuro (¡el Gran Salto Hacia Adelante!) va a ser un gobierno, no de políticos tan tontos como nosotros, sino de jueces tan listos como los de la Salud en Madrid. Jueces salutíferos yendo a trabajar en una bicicleta de la Revolución Cultural: nada que ver con el glamour de la maleta de Mercedes Alaya (belleza murillesca) en los Juzgados de Sevilla, gloriosamente imitada por Marian Viñas (belleza juliorromeral) en el boxeo de Fuenlabrada, que tiene más mérito.
    
Burgos Con Bici se apunta a Gamonal porque la paralización de la obra “constituye una clara muestra de empoderamiento de la ciudadanía”.

    Toda la literatura progre de las últimas cuatro décadas, con sus autores y autoras, está detrás de ese palabrón: “empoderamiento”.

El golpismo como una de las bellas artes

Tres tíos dispuestos a salvar a España

-La obediencia de las FAS al Rey debe ser definitivamente quebrada.

martes, 28 de enero de 2014

Españoles

 La Flora, donde la víctima confundió a su novia con una banda de fascistas

Matadero de Durango. La ex-novia de de Juana, junto al carnicero de Mondragón
 

Francisco Javier Gómez Izquierdo

En la tumultuosa semana gamonalera pasó desapercibido un suceso que también tuvo lugar en Burgos y ante el que merece la pena pararse por ser el ejemplo perfecto de esa  vergonzosa condición española que sólo ve dos clases de personas en el mundo: los malos y nosotros.

      Resulta que un choro de tres al cuarto ingresó en la UCI del Hospital con cuatro navajazos en el costado izquierdo y la víctima, viéndose morir o algo parecido, declaró que le habían apuñalado los fascistas de extrema derecha. Una cámara chivata en la plaza de la Flora ya había contado a la policía la identidad del delincuente en busca y captura, la agresión de una chica a otra moza que estaba hablando con el agredido y por último la acción homicida de la primera contra el que resultó ser su novio. El  Diario de Burgos puso que la agresora era más bien celosa y que la víctima felizmente salvó la vida.
     Lo que llama la atención del episodio es la denuncia del novio alanceado culpando a esos malos que sus educadores le han señalado y que de manera cada vez más corriente es regla de comportamiento entre los españoles. Vean, si no, esa foto de soldados eméritos especializados en asesinar al descuido, reunidos a mayor gloria de Euskadi en el matadero de Durango, convencidos de su heroísmo y de la mendacidad de los nacidos en Guadalajara ó Palencia. Cuando el Estado que desprecian tuvo a bien poner en libertad sin publicidad a uno de los más desequilibrados de entre los suyos y al poco se suicidó en una leñera no se cortaron al responsabilizar a una pareja de la Guardia Civil que una mañana tuvo la desfachatez de pasar cerca de la casa del suicida. Ellos, disparo en la nuca mediante, no consienten el más mínimo remordimiento. Españolazos mesiánicos, cumplían órdenes divinas. La culpa siempre es del otro. Del malo.

    Este fin de semana el recién señalado como  presidente del F C Barcelona, señor Bertomeu, que tiene nombre de portero grandote, ha culpado de los presuntos delitos de su más querido colega culé a Madrid. Madrid, como  oscuro concepto. Como demonio de la tribu. El malo. El enemigo ancestral al que odiar desde pequeño. No importa que el denunciante sea de la gent blaugrana. De la mejor gent pata negra que pueda imaginarse... y es que hay cabezas que tienden a rechazar lo que son incapaces de asimilar y desde su atrevida ignorancia desbarran sin la menor vergüenza. Viene beligerante y sin conocimiento el españolísimo señor Bertomeu...

        A este cada vez mas frecuente sindiós, los profesionales de las Ciencias del comportamiento lo llaman obsesiones, pero los que ya nos sorprendemos por muy pocas cosas, creemos que tan fluido desvarío es consustancial a las disparatadas tribus de la nación y lo que nos distingue de franceses, alemanes o ingleses. Es el natural odio que nos hace españoles y no belgas y al que tanto contribuyen a cultivar desde la más tierna infancia una legión de instructores orgullosa de su misión.

     ¡Oh Educación, cuántos crímenes en tu nombre!

El leonés




Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    La revista “Nature”, que es como el “Hola” de los anticuarios, saca el genoma de un leonés del mesolítico: moreno y con ojos azules (mezcla, pues, de Toni Cantó y Quique San Francisco), pero de una edad de siete mil años, dato que lo sitúa mejor entre Rubalcaba, el Cromwell de Solares, y el Revilla de Beatriz Manjón, un personaje que se alimenta de las anchovas que le echan en las teles por hacer de español que canta las verdades del barquero.

    Desde Galba, creador de la Legio VII Gemina, hasta Zapatero el Hechizado, que dejó a los españoles en tanga, a estudiar a León sólo fueron Azorín, que no entendió nada; Gecé, que tártaramente se puso a gritar “¡Milagro! ¡Karamet!”; y don Claudio Sánchez-Albornoz, que optó por contarnos el León de hacía mil años, ampliamente superados por los siete mil de este apuesto galán del yacimiento La Braña-Arintero que sale en “Nature” y que lució su palmito entre el Paleolítico y el Neolítico, es decir, justo antes de la llegada de los toros “lisarnasios” (mezcla de Lisardo y Atanasio) a la ganadería de don Atanasio Fernández.
    
Si hay una región históricamente misteriosa y sugestionadora en la Península ibérica, es la de León –nos dice Gecé, para quien todo lo leonés es tránsito: el paisaje, el lenguaje, la cultura, la literatura y la historia.
    
Es la idea de tránsito que vemos en Revilla, siempre cambiando de plató, y en Rubalcaba, siempre cambiando de principios.
    
No se puede decir únicamente que no, no y no a Cataluña –dice este chisgarabís del mesolítico que sacó a los militares a la calle para reprimir una huelga de controladores aéreos que ponía en peligro el puente constitucional de los domingueros del zapaterismo.

    Y luego, cogiéndose una manita con la otra manita, como quien tira del plumón de un faisán, lanza al aire esa llamada beatona, mitad Paulo Coelho, mitad Sandro Rosell: “Sentémonos a dialogar”, que políticamente vale como decir “En lo más íntimo quiero Chilly”.

Piden una multa para Cristino por llamar "cebollos" a cuatro policías locales

Para Cristino, el calificativo de ‘cebollo’ no tiene un componente despectivo, puesto que era una palabra empleada por su madre en su infancia, en tono cariñoso, y que la Real Academia de la Lengua no tiene recogida en su diccionario.

Boxeo. Velada del Viernes en Fuenlabrada

 La tarde

 Márquez, los Táuler, Hughes (tapado por los Táuler) y Gistau
(Ojo al dato con la maleta Alaya de Marian Viñas)

 El boxeador

 La dirección

 La expectativa
 El Boni

 Made in hell

 El tupé

 La pajarita

 La Bandera

 Rojo, par...

 ...y pasa

 El triunfo

 Si no duele no vale

 El suizo

 Lo español

Pilatos

Final

Tú, Claudio. Yo, el Madrid


Eric Pambani
(X-Agerado)
Jero García


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Ancelotti cometió en verano, a su edad, el error juvenil de prometer espectáculo en el Bernabéu (Scorsese, por hacernos una idea), pero el sábado, día de la ofrenda del Balón de Oro, a la hora de la siesta, volvió a colocarnos un Ettore Scola que no se lo saltaba ni José Rodríguez en zapatillas blancas.

    –Porque en esta vida lo primero que hay que tener es carisma –exigía Rafael de Paula en la célebre entrega de la Llave de Oro (falso, que fue lo que le mosqueó) de Ronda.

    Carisma, venía a decir Paula, es poder contra el tedio.

    El viernes estuve en el boxeo de Fuenlabrada, ese espectáculo clandestino: nos sentamos a las ocho y media de la tarde y nos levantamos a las dos y media de la madrugada. Sin beber, sin comer y, lo más alucinante, sin pestañear. La casualidad (siempre la décima musa) nos regaló el debut profesional de Eric Pambani (Xagerado para el rap), mitad mariposa, mitad avispa, como prescribe el evangelio de Clay/Alí, con tantas cosas, este Pambani, de Panamá Al Brown (¡ahí lo tienes, Eduardo Arroyo!) y Pernell Whitaker. No quiero ni pensar en qué sería de Pambani si la publicidad le dedicara la milésima parte de las salvas de ordenanza canterana que gasta con Jesé.
    
En Fuenlabrada, madrugada sin pestañeo, y en el Bernabéu, siesta que en el descanso, con la megafonía “recordando” que estábamos asistiendo a un Real Madrid-Córdoba, amenazaba tripanosomiasis humana africana o enfermedad del sueño, que un tuitero resumió así:

    –De momento, en el paseo militar sólo ha aparecido la cabra de la Legión, “Canelita”.
    
Se refería a la amarilla de Sergio Ramos, que él quiere recurrir porque en el club está acostumbrado a eso y a mucho más.

    La amarilla de Ramos fue la mosca en la leche de puchero de Cristiano y su chilena abortada por el portero granadino, Roberto, un Ñito homérico (de Ñito se decía, y ya no sé si la hipérbole correspondía a Pepín Cabrales, que poseía la merienda de un león), un paradón a lo Ñito, algo que, si llega a hacerlo Íker, la prensa se lleva a Diego a Guantánamo.
    
El caso es que el Madrid no necesitó más para ponerse en el sitio que más molesta al Barcelona: el cogote.

    Con el Madrid en el cogote, el Barcelona no sabe competir, y empieza a ver molinos donde sólo hay cabras y Francos donde sólo hay Villares, pues el Madrid es el Madrid (“Yo, el Madrid”), mientras que el Barcelona cada día se parece más al Claudio de Robert Graves (“Yo, Claudio”), con Laporta en el papel de Livia y sin que sepamos a ciencia cierta quién hace de Claudio.
    
El prodigio de Claudio en Roma fue un pollo de águila que cayó del cielo y el prodigio de Claudio en Barcelona sólo puede ser aquella cabeza de cochinillo que cayó sobre el divino “céspet” de Xavi en el Camp Nou.
    
Este “Yo, Claudio” culé es una guerra civil de intriga, enredo, familias, clanes (“Tot el camp, / és un clam…), sectas, partidos, Franco, Pujol, Convergencia y, desde Neymar, el Cristo de Corcovado, con un fichaje con más secretos que el diseño del Oscar en el Área 51.
    
Ser de este Barça pudiendo ser de este Madrid es como vivir de pobre pudiendo vivir de rico.

Pabellón Fernando Martín
Fuenlabrada
Viernes, 24 de enero

SERGIO RAMOS & JUSTIN BIEBER
    Cuesta acostumbrarse a ver con el brazalete de capitán a Sergio Ramos, el chico que iba para subteniente Remón, pero que ha roto en Justin Bieber. Ante el Granada, cuyos delanteros eran como señoritas del Día de la Banderita, Ramos provocó una amarilla grosera por estéril, que es la misma salida de pata de banco de Justin en Miami. La cara de “¡lo he conseguido!” de Justin en la foto policial es la cara de “¡soy la h…!” de Ramos en la protesta arbitral. Sólo que Justin tiene la atenuante de su amistad con Floyd Mayweather, mientras que Ramos sólo puede oponer la suya con Talavante, un torero que hizo el canelo con victorinos en Madrid y que ahora va con El Juli como de prestado para no torear en Sevilla.