domingo, 13 de enero de 2013

Reproches entre iguales



Francisco Javier Gómez Izquierdo

Uno de los mejores ejemplos de la galopante pérdida de sentido común en la sociedad española ocurrió anteanoche en el Camp Nou, donde el presidente Mas, al que no llaman honorable como era costumbre entre los de su ocupación, se acercó al estadio para hacer nación ante un logrero sin instrucción que se ha hecho amo del Córdoba C F, sin gastos y al descuido.

     El baranda del Córdoba -que como aquel visir Ignozud sueña en califa- ha querido ser gracioso en dos vídeos inclasificables dentro de un paisaje como de secuestradores y en el tono que da el quinto bacardi-cola. Carlos González, que así se llama la perla, se sintió importante al ver como el califa de Cataluña fue al Camp Nou a verle a él y no al Barça con un recado entre embajador molesto y jaquetón de aldea:

     -Para que no hable mal de mí sin conocerme, me presento para que me conozca.
     
Así habló don Arturo, dejando mudo a don Carlos. Sin más, y antes de comenzar el partido de fútbol, marchóse a casa el señor Mas, creyendo haber ganado una batalla diplomática, sin pararse a considerar tanto  la indigencia intelectual como  personal de un enemigo imposible.
       
Éste es el paisanaje de notables que gasta el siglo. Gentes obsesionadas con que no les cape la boina un gracioso.