martes, 13 de abril de 2010

BREVE ANTOLOGÍA DEL INSULTO


Alberto Salcedo Ramos

elheraldo.com

Dime a quién insultas y de qué manera lo haces, y te diré quién eres. Los seres humanos suelen ser despiadados a la hora de referirse a los demás, especialmente cuando se trata de sus colegas. Woody Allen lo dijo de manera brillante: “Los poetas son como los mafiosos: sólo se matan entre ellos”. Las ofensas a veces retratan a la persona agredida y, casi siempre, a la persona que insulta. Los insultos son un género decadente de la maledicencia. En los foros virtuales de los medios de comunicación, amparados en el anonimato que da el hecho de estar escondido con un seudónimo detrás de una pantalla, los lectores de hoy se vuelven francotiradores vulgares. Pero hubo un tiempo en que los insultos eran casi un arte, como se ve en esta breve antología:

Truman Capote (escritor) contra Mick Jagger (músico)

“Es tan sexy como un sapo orinando”.

Joan Rivers (actriz) contra Madonna (cantante)

“Es tan peluda. Cuando alzó sus brazos me pregunté si estaba Tina Turner en sus axilas”.

Otto Preminger (director de cine) contra Marilyn Monroe (actriz)

“Un vacío con pezones”.

George Bernard Shaw (escritor) contra Johannes Brahms (músico)

“Hay ciertos sacrificios que no deberían pedirse dos veces a ningún hombre, y uno de ellos es escuchar el Réquiem de Brahms”.

Rex Reed (crítico de cine) contra Marlon Brando (actor)

“La mayor parte del tiempo habla como si tuviera la boca llena de papel higiénico húmedo”.

Tom Greenhalgh (compositor) contra Bono (músico)

“Si se es una de las neuronas del cerebro de Bono, se está muy solo”.

Víctor de Balabin (crítico) contra Honoré de Balzac (escritor)

“Una persona gorda y bastante fofa con la cara de un panadero, la ropa de un zapatero remendón, el tamaño de un barrilero, las maneras de un vendedor de medias ambulantes y el comportamiento de un posadero”.

Arnold Bennet (escritor) contra David Lloyd George (político británico)

“Lloyd George habló durante ciento diecisiete minutos, periodo en el cual solamente fue pillado una vez utilizando un argumento”.

George Clemenceau (político francés) contra David Lloyd George (político británico)

“¡Ay, si yo pudiera orinar como él habla!”

Lyndon B. Johnson (ex presidente de Estados Unidos) contra John Edgar Hoover (ex director del FBI)

“Es mejor tener a ese individuo dentro de mi tienda meando hacia fuera, que fuera de mi tienda meando hacia dentro”.

Mark Twain (escritor) contra Jane Austen (escritora)

“Cada vez que leo Orgullo y prejuicio, me entran ganas de desenterrarla y golpearle el cráneo con su propia tibia”.

Zsa Zsa Gabor (actriz) contra Cary Grant (actor)

“Ahora intentan demostrar que era un gran amante, pero nunca me lo podrán demostrar a mí”.

Mort Sahl (comediante) contra Richard Nixon (ex presidente de E.U.)

“¿Te atreverías a comprarle un carro de segunda mano a ese tipo?”

Joan Rivers (actriz) contra Yoko Ono (segunda esposa de John Lenon)

“Si la encontrara flotando en mi piscina, regañaría a mi perro”.

Ronald Reagan (ex presidente de E.U.) contra Jimmy Carter (ex presidente de E.U.)

“Depresión es cuando estás sin trabajo. Recesión es cuando un vecino está sin trabajo. Recuperación es cuando Jimmy Carter está sin trabajo”.

[Vía Ricardo Bada. A esta colección puede añadirse un insulto sutil de Jacinto Benavente, quien descubrió que el mejor anagrama de la palabra "argentino" es "ignorante". Nota del transcriptor. Vale]


"¡Ay, si yo pudiera orinar como él habla!"
(Clemenceau, centro, de Lloyd George, izquierda)