domingo, 28 de febrero de 2010

EL JULI ENCUENTRA AL FIN SU PLAZA DE PUEBLO EN MADRID

José Ramón Márquez

Tres envases diferentes. Uno de material basto, arcilla primitiva; otro, de delicado cristal de La Granja; otro, de aluminio; los tres distintos por fuera. Pero aunque su apariencia externa es tan diversa, los tres contienen el mismo líquido. El líquido del toreo moderno, del toreo en el que se va hacia atrás, el toreo de no torear, sino de dar pases.

Si eres basto y culibajo, pues el destoreo queda muy patente. Tú abres las patorras como una uve mayúscula invertida y le atizas al toro (?) unos mantazos rectilíneos en los que ni el bicho ni su matador se comprometen, ya que el fin de tu tauromaquia es conseguir que el animal llegue a la muerte tan fresco como cuando salió del chiquero y pueda seguir repitiendo y repitiendo sus embestidas (?) para que el público soberano brame, pensando que ese estúpido perpetuum mobile es o tiene algo que ver con el toreo. ¿Y es que acaso no hay nada bueno o reseñable en el toreo de este hombre? Sí que lo hay. Hay dos cosas: Juli tiene el temple, y Juli, para la crítica, siempre está importante.

Si eres fino y elegante el destoreo se camufla con la finura y elegancia de tu porte. Le pegas al toro (?) unos mantazos rectilineos, pasándote al animal a una distancia de seguridad, vaciando la embestida ahí lejitos y echando la pierna hacia atrás, cediendo el terreno al bicho, para favorecer la ligazón de los largos muletazos dirá él, y para conseguir que el público soberano brame, pensando que eso es o tiene algo que ver con el toreo; con eso ya tenemos al Manzanares de Vistalegre. Cada muletazo, un cartel de toros. La faena, penosa como concepto de toreo. ¿Y lo bueno de éste? Unos preciosos adornos al final de la faena. Pura orfebrería. Es mejor ir a lo fácil.

Si eres valiente y has decidido que tú no te mueves, el destoreo se camufla en una sucesión de sustos y arrimones. Perera comienza con los ya tradicionales pases cambiados y luego viene todo lo demás, el parón que desata la adrenalina, los circulares invertidos todo al servicio de meter miedo al respetable más impresionable y de atizarle al toro (?) unos mantazos rectilíneos en los que no se trata de torear sino de prolongar la vida útil del animal para que siga haciendo embestidas (?) y conseguir llevar a las gentes al delirio del muletazo ensamblado con el siguiente, del toreo mecánico en el que al toro y al torero se les da cuerda. Toreo sin compromiso y sin finalidad. ¿Y de este qué se puede decir de bueno? Pues resulta difícil reseñar algo en la tarde de Vistalegre, porque posiblemente Perera se está desperdiciando con estos torillos. Debería asumir riesgos y anunciarse con toros de los que meten miedo y debería también mirar más hacia su interior y menos hacia Galapagar. Creo que esta temporada va a ser muy dura para él.

***

Las gentes disfrutan una barbaridad y sacan sus pañuelos blancos para obsequiar con trofeos a los tres diestros. Es la señal de que les ha gustado y a eso no hay nada que objetar. Sobre la puerta grande por la que salen dos toreros están sentados el Doctor Zaius y sus monitos amaestrados. Miro a Antoñete y me pregunto: ¿qué pensará?

"Si eres valiente y has decidido que tú no te mueves, el destoreo se camufla en una sucesión de sustos y arrimones. Perera comienza con los ya tradicionales pases cambiados y luego viene todo lo demás..."

"Si eres fino y elegante el destoreo se camufla con la finura y elegancia de tu porte. Le pegas al toro (?) unos mantazos rectilineos, pasándote al animal a una distancia de seguridad, vaciando la embestida ahí lejitos y echando la pierna hacia atrás, cediendo el terreno al bicho..."

"Si eres basto y culibajo, pues el destoreo queda muy patente. Tú abres las patorras como una uve mayúscula invertida y le atizas al toro (?) unos mantazos rectilíneos en los que ni el bicho ni su matador se comprometen..."


ANDALUCÍA ESPIRITUAL

A Federico Herrero, que siempre pica

En el Día de Andalucía, recogida mañanera del rampojo de seto municipal en el jardín del Archivo de Indias que luego se ofrecerá a los guiris atado como romero gitano a una buenaventura.

DOMINGO, 28 DE FEBRERO

Sevilla en plena ciclogénesis, 27 de Febrero

LO QUE DIGA DON MANUÉ

Día de Andalucía, en el sentido de Blas Infante, un padre de la patria entregado al Islam.

***
El amo del Betis, don Manuel Ruiz de Lopera, tiene la sana costumbre de ir en persona a cobrar los alquileres de sus locales en Sevilla.

-Don Manué, mire usté que con esta crisis este mes no le puedo pagar. Ya ve la ruina: sinco en la cosina, sinco en el comedor... y dos mesas.

Y don Manuel:

-¡Qué crisi ni qué leshe! ¿Sabe usté por qué no viene nadie a los restaurantes? ¡Porque la gente no sabe de qué hablá!

***

Visita de negocios en la casa de don Manuel, custodiado por una copia del Gran Poder ("¡auténtica!") y dos mastines que dan miedo a los forasteros. Don Manuel coge un juguete y se lo tira al más serio de los canes:

-¡Fuera, Beethoven! -grita don Manuel.

-Anda. ¡Beethoven! Por el músico... -exclama la visita.

-¿Por el músico? No, por el padre -contesta don Manuel.

Ignacio Ruiz Quintano



Menú en Menéndez Pelayo
Sevilla, 27 de Febrero

EL CRIMEN DEL DÍA...

UN TIMADOR CON POCA VISTA.- El día 10 un individuo timó, por el procedimiento de las misas, el reloj, un mechero y la cartera con varios documentos y cien pesetas a Jerónimo Calle, que denunció el hecho.

Ayer iba Jerónimo por la calle de la Colegiata, cuando se le acercó un sujeto que dijo iba a proponerle un negocio estupendo. El timado reconoció al de las cien pesetas y éste, al darse cuenta de quién era su interlocutor, salió corriendo.

El fugitivo tropezó en su carrera con un agente de Vigilancia, el cual le detuvo.

Se le ocuparon un billete anuncio de cincuenta pesetas y seis de mil coronas.

...10 de Enero de 1923

"ÉSTE ES MI HIJO, EL ESCOGIDO, ESCUCHADLO"

La Transfiguración, de Rafael


DOMINGO, 28 DE FEBRERO

2º de Cuaresma 2ª Semana del Salterio

Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para orar. Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que aparecieron con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y espabilándose vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras estos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:

-Maestro, qué hermoso es estar aquí. Haremos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:

-Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadlo.

Cuando sóno la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Lucas 9, 28b-36

sábado, 27 de febrero de 2010

EL FASCISMO DE OBAMA

¡Ahhh, la mano de hierro del fascismo!


José M. Guardia

Barcepundit

¿Os acordáis de la Patriot Act, aquella ley que aniquilaba las libertades civiles y que por tanto demostraba el fascismo de Bush? Sí, hombre: aquella ley que provocó un récord Guinness de apelaciones a la frase de Franklin, que no era de Franklin pero daba igual, etc. Aquella ley que todo buen demócrata tenía que denunciar día sí y día también porque, entre otras cosas, era la razón última que explicaba el odio hacia los Estados Unidos y que hacía lógico que algún grupo de fanáticos reventara edificios, trenes y mercados.

Pues acaba de ser renovada por la Cámara de Representantes de EEUU, de mayoría demócrata, tras haber haber hecho lo propio el Senado, también de mayoría demócrata, a principios de semana. Todo ello en un país presidido por otro demócrata, Barack Obama.

Ahora ni mú.

LA BIRRA BIRRIOSA



Edu, ponme siete botijos...
Bar Braulio, Avenida de los Toreros, Madrid
4 de junio de 1985


José Ramón Márquez

Veníamos de los toros de ver a Manolo Cortés, a Manzanares y al Capea con una de Manolo González, discutiendo acaloradamente, como siempre en aquella época, si las orejas sí, si las orejas no, si la seriedad de Madrid, que si una está bien pero dos es excesivo, que si la lástima de Manolo Cortés que no ha podido hacer nada, y así subíamos por la Avenida de los Toreros hasta recalar en el Braulio. En una especie de chaflán en el que hay una placa descolorida que pone Glorieta del Sílice nos esperaban los fríos botellines que servían para enhebrar la apasionada discusión, pues muchas veces las felices horas de los toros después de los toros siempre estaban regadas de cerveza, hasta que cerraba Braulio. Y aunque cerrase aún nos quedábamos algunos demostrando nuestras teorías o toreando al árbol, toro inmóvil que allí sigue aún, con una munición de emergencia que Edu nos dejaba.

Lo que Edu nos ponía era cerveza Mahou. Botellines y botellines de Mahou con sabor a cerveza Mahou, que es como quien dice el agua. Ni entonces ni ahora hubiésemos podido sospechar que la cerveza tenía aromas primarios ni estructuras complejas o recuerdos al lúpulo tierno y muchísimo menos que una bebida tan común y refrescante, que dicen que hasta a los faraones de Egipto les gustaba, fuese a ser objeto de esa temible maldición contemporánea del maridaje, peste gastronómica contemporánea. Bueno pues una vez más el socorrido Ferrán Adriá, que lo mismo sirve para unas texturas que para una deconstrucción y el tío no para de maquinar, se nos presenta arrebatado en un torbellino de nitrógeno como el profeta Elías y desde su nube nos ofrece la última creación para pegarle el palo al incauto contemporáneo: la birra Inedit. Sí señor, la cervecita de toda la vida ha pasado por Adriá y su banda, los sommeliers, y no ha salido indemne, porque esta cerveza no tiene nada que ver con los botijos de Edu. Ésta es bebida de alto copete concebida para maridar con todo tipo de alimentos, que lo mismo sirve para ahumados como para picantes o ácidos, según cuentan en Harper’s Bazaar. La otra es que no sirve para aquellos elevados fines porque ¿a quién se le iba a ocurrir pedir una cerveza con unas patatas bravas bien picantes? A nadie en su sano juicio. O ¿quién sería tan loco como para poner de tapa con una caña unos ácidos boquerones en vinagre? Vamos, que según se te mezclan los sabores los escupes porque ahí no hay maridaje. Bueno, pues esta invención del rey de las espumas es capaz de adaptar sus cualidades al plato y además dejar un recuerdo afable. Espero que Edu se entere y en mayo tenga su nevera llena de botijos de Inedit, aunque más bien creo que esta birra en el Braulio se va a quedar como su nombre.

TODOS CONTRA WAGNER




EL PUTACUARIO

Ricardo Bada
elespectador.com

Es un librito de 134 páginas, edición moderna de un volumen aparecido en 1876 y reeditado en 1903, con el extenso título Richard Wagner en el espejo de la crítica: Diccionario de la descortesía, conteniendo expresiones groseras, escarnecedoras, odiosas y calumniosas que fueron usadas por enemigos y bromistas contra el maestro Richard Wagner, sus obras y sus seguidores. Coleccionadas en horas de ocio, para diversión del espíritu, por Wilhelm Tappert.

Sigue un muestrario reducidísimo de algunos de los adjetivos recolectados por Herr Tappert: “abominable, absurdo, aburrido, bandido, bárbaro, bastardo, brutal, cruel, decadente, despreciable, diletante, histérico, horripilante, indecente, jesuítico, lameculos, loco, melenudo” (¡oh manes de los Beatles!), “necio, patético, plagiario, pobre en ideas, rancio, reblandecido mental, sofista, trivial”, y un largo etc. No creo, sin embargo, que ninguno de ellos ofendiese tanto a Wagner como el hecho de que el crítico vienés Speidel lo motejara de... “judío”. Nada menos que a Wagner, el antisemita por antonomasia.

Pero sigamos. Otra lista podría hacerse con los epítetos siguientes, destinados tanto a él como a su música: “Anticristo del Arte, aurora boreal” (así lo llamó Jacques Offenbach, y en alemán eso de decirle a uno “Nordlicht” es bastante menospreciativo), “autobotafumeiro, Cagliostro, commensale servile” (del rey de Baviera), “charlatán, Dalai Lama” (“La desgracia de Wagner es que no sólo se considera el propio Dalai Lama, sino también el sumo sacerdote del Dalai Lama, de tal modo que asimismo considera cada uno de sus excrementos como un flujo de su divina inspiración”), y continuando con la enumeración: “dómine, hojalatero, Heliogábalo, matanervios, molusco, mono, Phylloxera vagnátrix, sacamuelas, timador, tormenta en una escupidera, vándalo” y otro largo etc.

Oskar Blumenthal, por su parte, le enjaretó esta cuarteta dedicada al libreto de Tristán e Isolda:

“Schopenhauer bastante sí ha leído / pero poco y muy mal lo ha digerido, / de modo que los versos de Tristán / eructos filosóficos serán».

Ahora bien, la creatividad de los injuriadores de mi tocayo llega a su cénit en una crítica donde la primera escena de El oro del Rhin, en el fondo del río, con las ninfas buceando y cantando (lo cual es una hazaña, dicho sea de paso, pues las ninfas cantan sin usar escafandra), fue calificada nada menos que de “putacuario” (“Huren-Aquarium” en el original). Constatemos, con agrado, que excepto alguna riña de gallos entre tenores españoles, y no pocas caudas de comentarios a las columnas de El Espectador, las costumbres han mejorado bastante desde que Herr Tappert hiciera esta suculenta y aleccionadora cosecha de antiwagnerianismos.

GREGUERÍA CIENTÍFICA

Trasera de la sede de Ugt en Madrid
[Vía Federico Herrero]

SÁBADO, 27 DE FEBRERO

El Lenin español


SALVAJES

Chesterton nos dice de un príncipe estúpido lo que bien podría aplicarse a un Bobo Solemne:

-De vez en cuando alivió la monotonía de dicha circunstancia convirtiéndose en un lunático. Y en realidad, resultaba mucho más inofensivo cuando era un lunático que cuando era un estúpido.

El Bobo Solemne no está solo. Dicen que en el Oeste de Madrid se expenden cada fin de semana unas diez mil píldoras abortivas, la mayoría a púberes canéforas que ofrendan (o ponen a remojo) su acanto. Y esta semana nuestra clase política, la misma que no puede reprimir la compasión ante un toro bravo, ha dado su visto bueno a una de las grandes conquistas nazis, que tanto repuganaba al Lenin español:

-El nacionalsocialismo dio más importancia a las cosas que a los hombres -anota Largo Caballero en Mis recuerdos-; consideró que estos eran un obstáculo para su prosperidad material cuando estaban viejos e inútiles para el trabajo y debían desaparecer. Era la mentalidad del salvaje que mataba a los niños y a los ancianos porque estorbaban. Eso, aunque se tengan muchos museos y bibliotecas, es de salvajes.

Ignacio Ruiz Quintano

CATALANES Y FILANTROPÍA


[Vía Alfredo Valenzuela]

-De un catalán, en efecto, se puede esperar todo menos que termine en la filantropía.

UN SEÑOR DE BARCELONA / JOSEP PLA

EL DOCTOR COUÉ LLEGA A LOS TOROS

Cada día, en todos los sentidos, estoy cada vez mejor y mejor
Emile Coué

José Ramón Márquez

Creatividad, ideas modernas. Eso es lo que nos hace falta. Me produce envidia que esas inexplicables instituciones que son las Cámaras de Comercio, que muchos piensan que son cosa antigua y llamada a desaparecer, se destapen con una campaña a favor del optimismo, que se van a gastar los tíos cuatro millones de euros, un euro por parado aproximadamente, para insuflar alegría y animar a la sociedad, que falta hace, pensarán ellos. Los del Club Deportivo Leganés ya habían descubierto lo bien que funciona eso cuando ponían a recorrer las calles un Seat seiscientos con un altavoz en la baca y a uno con un micrófono berreando: “¡Todos con el Lega! ¡Todos al fulbo! ¡Todos a animá!” Que lo oías y ya te animabas, sólo de oirlo.

Y mientras tanto, los del toro a lo suyo, a la vieja usanza. O se juntan a firmar un manifiesto capitaneados por la descendiente de Don García Álvarez de Toledo y por ese dominguillo en que ha devenido el otrora genio del toreo Curro Romero, o se montan un chiringuito como la Mesa del Toro con sus 21.000 pavos de gastos de representación y sus 23.000 de incentivos, ¡tó pá mí! Y a nadie se le ocurre aplicar las ideas modernas, la sugestión positiva. Vamos a suponer que para esto de los toros no podamos contar con el Ferrán Adriá, ni con ese periodista que se llama Millás que tiene un sillón de orejas, ni con otro señor cuya profesión ignoro que se llama El Follonero, ni con el humorista(?) Buenafuente, la periodista Barceló, que no es pariente del pintor, o el baloncestista Romay...

Pero tenemos a la Duquesa de Alba; a Romero, que va a donde se le diga; a Savater; a Dragó; en fin, a una pléyade de periodistas taurinos llenos de credibilidad a quienes debíamos recurrir para que den al mundo y para el mundo su mensaje de ánimo, su mensaje positivo. Por ejemplo, que hoy se torea mejor que nunca; que hoy los toros son los más bravos que jamás ha habido; que hoy, entre las fundas y los rascaderos, el ganado bravo vive en hoteles de cinco estrellas; que a los toros les pican mucho los pitones y se los rascan con fruición contra las rocas; que la suerte de varas se hace a conciencia y los picadores son mejores jinetes que Carudell; que esa bolita de sebo con esos pitoncitos y la lengüita fuera es un precioso toro; que nunca en la historia del toreo hubo tanto detenedor del tiempo; que la casta de esa ganadería es buena, pero el semental abueló; que Leandro (antes Marcos) está que se sale; que Tomás es el fin de la Historia… Claro que hay mensajes. Hay un montón de mensajes optimistas y positivos para animar.

Y nosotros, los aficionados, también deberíamos poner algo de nuestra parte, comenzando por interiorizar que cada día esto está mejor y mejor. Por eso, vamos a empezar desde abajo, y si alguno tiene la intención de portar a la Plaza esa simpática pancarta que reza “Que verguenza (sic)”, pues que se lo piense dos veces, porque con esa negatividad estropeamos la terapia.


Gracias al Dr. Coué, Leandro Marcos va a torear en Madrid
y con unas críticas que quitarán el hipo

LA HABANA ES CÁDIZ CON MÁS NEGRITOS


UN MINUTO VERGONZOSO


Cristina Losada
libertaddigital.com

Tras un silencio tan deliberado como infame, el presidente del Gobierno ha dedicado un minuto al martirio del preso político cubano Orlando Zapata. Un minuto que le ha arrancado, a todas luces, el escándalo causado por su decisión de no referirse a la última víctima mortal de la dictadura castrista en la sala de los Derechos Humanos de la ONU. Allí, bajo la cúpula de Barceló sufragada por España, Zapatero hizo lo que quería hacer: evitar cualquier pronunciamiento desfavorable hacia un régimen que, no importan sus crímenes, continúa siendo un icono para la generalidad del progresismo. El mito de la Revolución hace ciegos voluntarios y hasta gozosos. ¿Oponerse a las dictaduras? Nunca a las nuestras.

Los sesenta segundos, y ni uno más, del presidente le han concedido titulares inciertos, pues no ha reclamado Zapatero, como dicen, la libertad de los presos políticos cubanos. Amparado en un plural mayestático, escondido tras las faldas europeas, afirmó que la "debemos exigir", que no es lo mismo. Y su ministro de Exteriores procedió a idéntica maniobra en una reunión de la UE, cuando transformó la propuesta de suscribir una condena en el deseo de llegar a una "posición común sobre los acontecimientos que lamentablemente se vivieron ayer en Cuba". Se guarda bien Moratinos de llamar al crimen por su nombre. Para él, es un mero acontecimiento, lamentable, como mucho, igual que un accidente.

Una impresionante, por bochornosa, nota del Congreso manifestaba el apoyo a unas "gestiones realizadas por todas las instancias políticas" a favor de los presos de conciencia cubanos. ¿Gestiones? Se sabe que Estados Unidos pidió que se le prestara a Orlando Zapata la atención médica necesaria. ¿Qué ha hecho el Gobierno de España durante los 85 días de huelga de hambre de un albañil cuyo único delito era pedir democracia? Díganlo, a fin de que se pueda evaluar esa política suya de colaboración, diálogo y buen rollo con la dictadura comunista.

Más notorio es lo que no se ha hecho una vez consumada la iniquidad. Ni el PSOE ni ninguno de sus amigos, tan activistas ellos, han convocado las manifestaciones, vigilias y encierros a las que se muestran más que dispuestos cuando se trata de sus causas. Pero la causa de los disidentes del comunismo no es –no ha sido nunca– la suya. Para ellos, sólo silencio, cuando no insultos. Razón tenía Revel cuando escribió que el Muro había caído en Berlín, pero no en las conciencias.

Cristina Losada es uno de los autores del blog Heterodoxias.net


VIERNES, 26 DE FEBRERO

Dr. Emile Coué


ZAPATERO RECURRE AL DOCTOR COUÉ

Zapatero rompió la hucha y ahora toca a rebato para que le recompongan el cerdito. Sus arbitristas (España siempre contó con los mejores) le han recomendado el método del doctor Coué, y todos los tragaldabas del Régimen van del coro de Sonsoles al caño de Gómez Navarro cantando un vallenato con aletazos a lo Carlos Vives:

-Esto sólo lo arreglamos entre todos.

En la kermese se echa de menos a Solbes, aquel tuerto encargado de ensartar las mentiras económicas que la chusma necesitaba oír para volver a votar al estadista de León. Y, sin embargo, entre los lambiscones no falta un tal Millás, encargado de proferir zafiedades con boca piñonera cuando Pizarro anunciaba todo lo que iba a ocurrir... y ha ocurrido.

Ignacio Ruiz Quintano

ESPAÑA, EN MANOS DEL DOCTOR COUÉ


EL MÉTODO COUÉ

Julio Camba

Me dijeron que al pobre Manolo apenas si le quedarían en este mundo unos tres o cuatro afeitados, y, aunque el afeitado es una unidad de medida demasiado elástica que se inventó en Madrid para calcular la duración de ciertos enfermos -generalmente varones- y que lo mismo puede representar períodos de veinticuatro horas que de una semana o de quince días, yo me apresuré a visitar a mi amigo.

-Pasa -me dijo su mujer al verme-. El pobre Manolo está verdaderamente malo, y lo peor es que como aquí no ha habido nunca más ingresos que los suyos, ni siquiera podemos llamar a un buen médico para que lo examine. Ahora debe de estar durmiendo, pero no importa.

Y abriendo una puerta, de la que salió en seguida un terrible olor a botica, comenzó a llamar con grandes voces a su marido.

-¡Manolo! ¡Manolo! Despiértate, hombre. Aquí hay un amigo que viene a verte.

Manolo entonces, de los dos ojos que tenía hundidos en lo más profundo de sus cuencas, consiguió, no sin trabajo, entreabrir uno, y, dirigiéndome con él una mirada que, por lo vaga y distante, parecía venir de otro planeta, exclamó:

-Cada día estoy más joven, más fuerte y más sano. Mis negocios marchan muy bien y tengo un gran partido con las mujeres...

Me quedé de una pieza. Mi amigo, indudablemente, se encontraba mucho peor de lo que yo creía.

-¡Valor! -le dije por lo bajo a su mujer-. Parece que esta clase de enfermos son muy propensos al desvarío, pero ya verás como, Dios mediante y dentro de muy poco tiempo, tu marido vuelve a razonar como de costumbre.
-¡Pero si Manolo no desvaría! -me repuso la buena señora-. Nada de eso. Lo que pasa es que, desde hace quince días, está practicando el método curativo del doctor Coué.

Ignoro si conocen ustedes el método del doctor Coué, quizás ya un poco pasado de moda. Todas las mañanas al despertar, en vez de tomarse el pulso y mirarse la lengua en un espejo haciendo entre dientes comentarios pesimistas sobre su propio estado de salud, debe uno prorrumpir en grandes manifestaciones de optimismo, semejantes a las de mi amigo Manolo, y, a la larga, por un proceso de autosugestión, este optimismo fingido se convierte, según el doctor Coué, en un optimismo real que, actuando sobre la moral del enfermo, le devuelve a uno la salud y la alegría perdidas. En cierto modo el método del doctor Coué representa el comienzo de la hoy tan famosa terapéutica psicosomática, y mi amigo Manolo lo siguió con gran entusiasmo durante un mes o mes y medio, hasta que un día, cuando estaba el hombre haciendo ante su familia acongojada mayores alardes de juventud y de sex-appeal, estiró bruscamente la pata y pasó de un golpe a mejor vida. ¡Que la tierra le sea leve!

¡Que le sea leve a él y que también se lo sea al propio doctor Coué, quien se murió poco después que mi amigo Manolo y de igual manera que éste! Indudablemente, no hay ni habrá jamás método alguno que le libre a uno de morirse, y por eso me parece a mí tan razonable la conducta de aquel centenario que decía:

-Todas las mañanas, a primera hora, me llevan el periódico a la cama. Yo lo cojo, lo ojeo, veo las esquelas de defunción, y sólo me decido a levantarme cuando me convenzo de que no hay ninguna a mi nombre...


BOXEO: LOS VIERNES DEL CAMPO DEL GAS VII

Nick Bensa


DIARIO DE MI ÚLTIMO VIAJE (II)

Kid Chocolate


Yo no me encontraba en la mejor forma y comoquiera que mi primera demostración debía ser buena, Pincho me pidió que hiciera training como si fuera a medirme con un Canzoneri. En verdad, poco me ocupé de la preparación, pues no le di la menor importancia al contrario que me habían escogido esa vez.

El caso es que me presenté (el 15 de Julio) en la plaza de toros de Barcelona no en las condiciones que mi manager deseaba, pero sí lo suficientemente bien para derrotar a cualquier hombre del otro lado del Atlántico.

Cuando subí al cuadrilátero lucía en mis puños dos guantes blancos muy brillosos. Era la primera vez que me los ponía y parecía raro con ellos. Creía que perdería muchos golpes por la molestia que significa el verse las manos envueltas de manera distinta, pero, no obstante, en el curso del combate no me estorbaron en absoluto.

A pesar de que la pelea, señalada a diez rounds, la gané por amplio margen, en los últimos rounds el francés pudo castigarme algo en los planos bajos. Yo me había cansado un poco a causa de mi deficiente entrenamiento y además no me esforcé en deslucirlo.

Nick Bensa boxea mucho, como la mayoría de los pugilistas europeos, pero no tiene punch ni para matar a un mosquito. Todo el tiempo se lo pasa tirando jabs izquierdos y hooks derechos, pero cuando se encuentra con uno que boxea un poquito más, se queda corto en la puntuación, como le ocurrió en su encuentro conmigo.

Este match lo reseñaron los periódicos al día siguiente con amplitud de detalles. Algunos me consideraban ya fracasado en el boxeo y no se explicaban cómo podía haber dado peleas reñidas contra berg, La Barba, Canzoneri y Battalino, pero todos llegaron a la conclusión de que había triunfado con facilidad.

La reacción de Bensa al final bastó para que los periodistas simpatizadores del galo dedicaran artículos llenos de elogios para el hombre que había resistido durante diez rounds al campeón mundial que había realizado tal o cual hazaña en el ring (y entonces mencionaban dos o tres de mis importantes victorias).

Aunque la concurrencia que asistió a esa pelea no fue tan numerosa como se esperaba, los promotores aseguraron que yo había gustado y lo único que hacía falta para llevar más público era ponerme contra un español de cartel.

Se dieron los pasos necesarios para promover el combate deseado. Se mencionó el nombre de José Gironés, pero no hubo quien quisiera garantizar la suma que hacía falta para presentar semejante encuentro.

Se proyectó entonces un combate con el belga Mattchens. este muchacho tenía buen cartel y se creyó que con él podría hacerse una buena "casa". Pincho comenzó a discutir los detalles de los contratos, y días después se firmaba la segunda pelea de Kid Chocolate en Europa.

[Extractos de Ahora, La Habana, 1934]

ARENA

Calle de Fuencarral, Madrid

jueves, 25 de febrero de 2010

EL RÍO GRANDE


F. J. Gómez Izquierdo

Dicen los libros que Guadalquivir significa Río Grande, y desde que se sepa, es río generoso con aquellos que usaron de él con conocimiento y respeto. Esta semana es portada en periódicos y en telediarios por rebelarse contra sus domadores. Eso creen los que abusan del río: que estaba domesticado.

Los ecologistas salvajes que desprecian los pantanos como si fueran un cáncer franquista, nunca se han parado a pensar que son muchos los billones de litros de agua que se pierden cada vez que llega un invierno lluvioso, y bajo sus mal peinadas cabelleras no les cabe lo importante que es regular los desembalses como hacen los suizos, los belgas o los alemanes, gentes éstas entre las que no suele faltar el agua. Así, y en plena ebullición de ese cambio climático jaleado por desocupados con subvención, ha llegado el gran río y ha dicho "aquí estoy yo".

Aquellos ecologistas que obligaron a quemar proyectos de nuevas presas a lo largo de la cuenca, deben explicar sus magistrales teorías al público inculto del que formo parte, sin olvidar a los políticos que aplaudieron y acogieron como propia determinación tan ¿civilizada?
¡Ah, los políticos andaluces! Camaleones inamovibles, saben que es conveniente dejar delinquir un poquito al votante sin ni siquiera llamarle la atención... pero de ciento en viento las leyes de la naturaleza dictan cuatro lecciones demoledoras para quien quiera entenderlas. Así, el Guadalquivir ha dicho a los cordobeses y a los españoles que quieran aprender que todas las parcelas junto al río, desde Alcolea hasta el Higuerón (foto) son ilegales.

-Vamos de perol a mi campo -dicen en Córdoba.

"Mi campo" son mil, dos mil o tres mil hectáreas de jaramagos donde el cordobés se construye su casa, su piscina y su huertecito con tomates y pepinos. Sin papeles y sin avisar a nadie. Ya construida, el cordobés va a solicitar enganche de luz. El Ayuntamiento le pone una multa, pongamos de un millón de las antiguas pesetas, y a cambio tiene segunda vivenda, no paga IBI y está fresquito en el verano junto al río... o en la sierra que rodea a Córdoba.

¿Cuántas parcelas ilegales puede haber en la sierra?
España entera mira sobrecogida las barquichuelas y las botas de goma. ¡¡Claro que tienen toda nuestra solidaridad!! Muchos de los afectados son conocidos míos... buenas personas, gente alegre con la que yo disfruto un montón... y que de continuo toman a guasa mis prejuicios legales... pero sin militar en piquetes ecologistas llevo más de veinte años intentando explicar lo que ésta semana ha explicado el Guadalquivir: el gran río.

ABNEGACIÓN

Los famosos dientes de perro de Gallardón
en la Cava Baja, Madrid


[Vía Federico Herrero]

ZAPATA, ZAPATERO Y EL CHIC DE LA SINVERGONZONERÍA PROGRE

Parece el Guti, pero es Fidel... y sigue matando.



CÓMPLICES

José García Domínguez

libertaddigital.com


Es fama que cuando Roosevelt, el inquilino más canónicamente progresista que jamás haya ocupado la Casa Blanca, fue interrogado acerca de por qué agasajaba con tan grandes honores a un hijo de puta como Tacho Somoza, ya por entonces dictador de Nicaragua, el precursor del New Deal replicó: "Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta". El suyo era el papá del célebre Tachito, quien luego heredaría la finca; y el de la izquierda española toda, encabezada por Zapatero, resulta ser Fidel Castro y su genoma adyacente, que anda en lo mismo. De ahí ese obsceno silencio del presidente mientras vadea la muerte anunciada de Orlando Zapata. Enésima prueba, por lo demás, del muy exquisito minimalismo ético que retrata a la socialdemocracia realmente existente.

Una halitosis moral, ésa tan suya, más repulsiva aún que la de la paleoizquierda por cuanto ni siquiera pretende camuflarse bajo la mentira. Al cabo, es eso lo que hace peores a nuestros cínicos buenistas que a aquellos viejos escolásticos, los exegetas últimos de la vulgata leninista. Y es que, cuadros patológicos al margen, el grueso de la izquierda admite sin reparo mayor la esencia liberticida del régimen. No discuten los hechos. Ya no. Lo que niegan es su legitimidad misma, la de los acontecimientos reales, empíricos, fácticos, contrastables, con tal de refutar su supremo dogma. A saber, el prejuicio que ordena la indubitada superioridad moral de la izquierda en todo tiempo, lugar y circunstancia.

Así, al presidente, igual que a su propio Garzón, le consta que los criminales comunistas que empujaron a la muerte a Zapata son los mismos que han exterminado a más de diecisiete mil cubanos. No obstante, ni el uno pediría jamás la extradición del verdugo, ni el otro dejará de abrazarlo en cuanto la ocasión lo propicie. Hace mucho tiempo que dejaron de creer en él, sí. Asesina, encarcela, tortura, acosa, espía y persigue, sí. Les consta. Lo saben perfectamente. Ellos mismos difunden que ha cometido las mayores violaciones de los derechos humanos. La consecuencia: continúan deparándole idéntica complicidad diplomática, pareja inmunidad política y similar cobertura estratégica que el primer día. ¿O acaso sólo por unos cuantos cadáveres en el armario iba a dejar de ser su hijo de puta?

José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net

TODO POR LA DEMOCRACIA

Fachada del Cuartel del Ejército en Cibeles, Madrid, 25 de Febrero

España no existe. Por el concepto y el contexto podría tratarse de la alternativa al Todo por la Democracia propuesto por las fuerzas de progreso -que, por cierto, siempre han odiado a la Democracia- para sustituir al Todo por la Patria.

-¿Morir por la Democracia? Eso sería como
morir por el Sistema Métrico Decimal
.- AGUSTÍN DE FOXÁ

JUEVES, 25 DE FEBRERO

Sobre una azulina corporativa, gaviota pepera
presta a derramar sus dones sobre sus hijos


MÁS ALLÁ DE LA DERECHA Y DE LA IZQUIERDA

Así se titula la antología de Alain de Benoist publicada por Áltera. Leerla -o releerla- es quitarse de encima a toda esa caterva de progres de derechas que copan nuestro columnismo zen, hormigas consagradas al cuidado de los pulgones políticos para deleitarse con sus secreciones azucaradas. Un día que tenga tiempo daré la lista de lugares comunes que los delatan.

Ignacio Ruiz Quintano

UN ESPECTÁCULO DEPRIMENTE


[Vía Alfredo Valenzuela]

[Un liberal le dice a su amigo, general carlista, que no puede entrar con él en una iglesia, y el carlista le contesta:]

-Mire usted que, ser liberal y no poder entrar en una iglesia con la misma libertad con que se puede entrar en un café, es un espectáculo deprimente.

UN SEÑOR DE BARCELONA / JOSEP PLA

ELOGIO DEL PIROPO

Topógrafa de Jorge Juan, objeto (¿o sujeto?) de todos los piropos


Alberto Salcedo Ramos

elheraldo.com

En este momento eres la dueña de la acera. Tu cuerpo, ceñido por ese traje vaporoso, es un aullido del trópico. Y el balanceo musical de tus caderas anticipa el desmadre del mapalé. No existe, te lo digo sin rodeos, la mínima posibilidad de que uno te vea y voltee para otra parte, haciéndose el desentendido, silbando, como si fingiera que el mundo sigue tranquilo, como si ignorara que se aproxima un temblor de tierra. Esto no es Suiza, querida, sino el Caribe. Así que con toda seguridad los tipos que están sentados allá en la esquina, al fondo de la calle, te van a lanzar un piropo.

Defiendo, ya lo sabes, el derecho al piropo. Tienes razón cuando protestas contra los patanes que te enciman con lujuria y te dicen palabrotas obscenas. A esos bárbaros deberían imponerles el castigo de limpiar los baños de todas las cárceles de mujeres que hay en el mundo. Así que no perdamos tiempo en ellos. Pero, además, no sobra recordarte que lo que esos guaches te arrojan al pasar no son piropos. En el idioma castizo de nuestros mayores y en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, piropo es sinónimo de flor, óyelo bien. Por eso nuestras abuelas retribuían los cumplidos con aquella frase atildada que ya casi no se usa: ‘gracias por la flor’.

Los hombres que lanzan piropos en las esquinas son, por lo general, gente del populacho. Los magnates están en otra parte, querida, en el Mar Báltico, o en Ibiza, embriagándose con sus doncellas de figurín. Si un magnate de esos te abordara en un salón de coctel, seguramente llevaría la espada desenvainada, como el matador que se apresta a dar la estocada final, porque esos monarcas son conscientes de sus ventajas y las hacen valer a mansalva. En cambio, el albañil de aquel edificio en construcción, ¿lo ves?, te suelta la lisonja sin esperar ninguna contraprestación. Él sabe que tú no le dirás: “Ay, qué palabras tan graciosas: bájate rápido de ese andamio para que hagamos el amor”. Simplemente quiere notificarte que existe y que te admira. El hecho de que te obsequie el halago aún a sabiendas de que no conseguirá ningún favor tuyo es un detalle generoso, admítelo.

Los hacedores de piropos transforman la calle en un gran teatro de la picaresca: “Quisiera ser bizco para verte doble”. “Vete por la sombrita, mamita, que el sol derrite los bombones”. Ellos no podrían elogiar tus “hombros de champagne”, como Breton, ni invitarte a “florecer volando en una bicicleta”, como Neruda, porque no son poetas de oficio. Apenas son seres corrientes que dedican su chispa a la tarea diaria de matar el tiempo que nos mata. Y fíjate que aunque no han leído a tahúres del lenguaje como Ramón Gómez de la Serna, son capaces de hacer unos juegos de palabras sorprendentes: “Quisiera ser tu profesor de tercero, para pasarte al cuarto”. Ahora que varias calles se han convertido en focos de violencia, te pido, muchacha, entender el significado social de esos chicos que dejan de jugar fútbol para lisonjearte cuando pasas. Ellos son a la convivencia lo que Greenpeace es a la conservación de los bosques: defensores de una forma de humor que nos sirve, al fin y al cabo, para celebrar la vida.

[Vía Ricardo Bada]

miércoles, 24 de febrero de 2010

¿PAULA DETENIENDO EL TIEMPO PARA ALMORZAR?


José Ramón Márquez

No voy a conferencias. Me recuerdan cuando estaba en clase, con el profesor dándome la murga, y me producen una somnolencia y un aburrimiento que no puedo remediar, aunque el tema me interese. Una vez asistí a una de Los de José y Juan que era doble, porque una la daba mi amigo A., y la otra, un millonetis de Telefónica, que seguramente debía ser el que pagaba aquello.

Anteayer estuve almorzando con mi amigo el aficionado P., y me contó lo siguiente:

-Estuve el otro día en las Ventas escuchando a Paula. Estuvo extraordinario, contó muchas cosas y resultó estupendo y muy ameno. Lo pasé de maravilla, y eso que no pensaba haber ido. Sólo hubo dos cosas que no me gustaron. La primera es que los que le presentaron, Bergamín Arniches y otro tipo, se dedicaron a hablar de sus cosas durante veinte minutos cada uno, robándole el tiempo al torero, que es al que habíamos ido a escuchar. La segunda es que uno de la Peña, a quien no conozco, cortó abruptamente a Rafael de Paula en medio de una anécdota jugosa que estaba contando sobre un capote de paseo de Manolete que se lo quedó Bienvenida. El peñista detuvo la narración porque dijo que tenían que ir a almorzar, al sitio donde luego le dio el jamacuco, pero no era ése su fin, porque acto seguido se abalanzó sobre el torero con grabadora en ristre un periodista-clochard que estuvo haciéndole preguntas durante otros veinte minutos, que nos hurtó de la conferencia con la ayuda del peñista. Por cierto que el aspecto del tal periodista era deplorable, sin afeitar, con melenas teñidas y vestido con una zamarra de cuadros que parecía sacada de un contenedor...

Tal cual me lo contó, lo escribo.

EL TORO, LA SUERTE Y EL AGUA

Idílico, tanteando su reencarnación
en una adelfa



Lord, here comes the flood

Peter Gabriel


José Ramón Márquez

La maldición bíblica se cierne sobre Cádiz. La inundación. El agua vuelve a adueñarse de los campos, dándoles el mismo aspecto de marisma que seguramente tuvieron en la época de Estrabón. El Gerión contemporáneo, el que tiene los ganados que demanda el dios mesetario para su culto, también ve anegadas sus fincas. Idílico, que nació con una señal, fue ungido por la mano del dios y salvada su vida en el oriente, se retrepa a un otero y ve, con lágrimas en los ojos, a sus congéneres entre las aguas. Piensa el Padre Idílico que esas aguas causarán sin duda la blandura en las patas que en breve se verá, pues si el agua ablanda los garbanzos, ¿cómo no va a ablandar las pezuñas de sus hermanos los toros? Entretanto el columnista De Prada firma una sensible opinión en ABC en la que, con un noble carácter ecuménico, hace votos porque el simpático Dalai Lama, Tenzing, emanación del Buda Avalokiteśvara, se reencarne en un manso, es decir en un animal de condición benigna y suave, del Cuvillo, y que ese afortunado semoviente le caiga en suerte al dios ibérico José Tomás en Barcelona, para que pueda indultarlo y así detener la rueda eterna de las reencarnaciones. También opina que ‘mucho más letales para la fiesta nacional que la carta del Dalai Lama se nos antojan las memeces que a cada poco se publican en la prensa’. Yo creo que ésta si que es una grandísima inundación, de la que no nos salva ni Noé.

PRADA SE APEA Y LA SECTA SE MOSQUEA

Idílico, terror entre las adelfas



DESPEDIDA DE UN TAURINO


Juan Manuel de Prada

abc.es

El Dalai Lama ha mandado una carta a los diputados catalanes solicitándoles la prohibición de las corridas de toros en Cataluña; en lo que mira por su bien, pues siendo el Dalai Lama un hombre de natural manso y creyendo como buen budista en la reencarnación, lo más probable es que termine reencarnándose en uno de esos mansos de Núñez del Cuvillo que echan en la plaza de Barcelona. Pero un budista como el Dalai Dama no puede entender los toros, pues el budismo es una religión (o una disciplina psicológica) que, para espantar el miedo de la muerte, hace yoga. Para entender los toros hace falta mirar a la muerte de cara, tomándola muy en serio, como hacen los católicos el Viernes Santo, y muy en broma, como hacen el Domingo de Resurrección. El budista ve en la vida una suerte de ritmo fatídico, de rotación cósmica, de rueda del destino; y se conforma con ampliar su experiencia de la vida repitiéndola una otra y otra vez, mediante la anodina reencarnación. El católico, por el contrario, ve en la vida una oportunidad para descoyuntar el universo, para buscar chispazos de un bien más alto que el que pueda ofrecerle la experiencia; y, así, no trata de ampliarla indefinidamente, sino de reventarle las costuras o descerrajarla, mediante la jubilosa resurrección. Por eso el símbolo del budismo es un círculo, que representa la repetición (una serpiente que se muerde la cola); mientras el símbolo católico es la cruz, que señala audazmente direcciones opuestas, estirándose hasta la eternidad.

Conque un torero puesto ante un toro es un católico que quiere descerrajar la vida, reventarle las costuras, para palpar un bien más alto que el que pueda ofrecer la experiencia; a esto lo llamaba Agustín de Foxá pasearse entre el más acá y el Más Allá, que a mi juicio es la forma más exacta y sintética de definir el toreo y, en general, el arte genuinamente español. Arte que el Dalai Lama no puede entender, porque mientras el torero se pasea entre el más acá al Más Allá en cada muletazo (como una cruz viviente sobre la arena), el budista está dale que te pego haciendo girar la rueda del más acá, como un conejillo de Indias en la jaula; y, por mucho que a este girar la rueda lo llamen los budistas beatitud, para nosotros es algo que no se distingue demasiado de la desesperación. Una religión (o disciplina psicológica) que entiende la beatitud como un éxtasis de indiferencia jamás podrá disfrutar de los toros, gracias a Dios. Y los taurinos, para castigar la osadía del Dalai Lama, no tienen más que esperar que se reencarne en un manso de Núñez del Cuvillo; sólo que alguien debería encargarse de que ese Núñez del Cuvillo caiga en manos de José Tomás, para que pueda indultarlo.

Mucho más letales para la fiesta nacional que la carta del Dalai Lama se nos antojan las memeces que a cada poco se publican en la prensa, proferidas por gentes que, proclamándose aficionados o presentando credenciales de matador, deberían preocuparse de defender con argumentos menos mostrencos y claudicantes su afición y su vocación. Sirvan como ejemplo estos dos botones de muestra, rescatados de los titulares de este periódico en fechas recientes: «Prohibir la fiesta va contra la Democracia» (Cayetano); y «Nadie puede negarle a nadie su espacio de libertad» (Serrat). Si una fiesta ancestral, constitutiva del genio hispánico, tiene que justificarse como una conquista de la democracia o como un espacio de libertad, por mí que la vayan enterrando; y, desde luego, viendo que son estas majaderías las que se estilan, desde hoy mismo me apeo de su defensa, que dejo a los vindicadores de la democracia y a los apóstoles de la libertad. Toda esa morrallona progresista es el caballo de Troya que acabará desnaturalizando la fiesta nacional. Antes que contemplar sus efectos, prefiero seguir las prédicas del Dalai Lama.

MIÉRCOLES, 24 DE FEBRERO

GUANTE BLANCO

Los sindicatos dan un aviso de guante blanco a Zapatero, titula el periódico gubernamental. ¿Guante blanco el sindicalismo vertical? Será el de látex, y eso es que va a actuar y no quiere dejar huella.

Ignacio Ruiz Quintano

LA LIBERTAD PERDIDA (PROBABLEMENTE PARA SIEMPRE)



[Vía
Alfredo Valenzuela]

-La libertad que predicaban y ofrecían los viejos carlistas era quizás más sólida que la que postulaban los liberales. Era la libertad entendida a la manera antigua. No la libertad con mayúscula, abstracta y vaga, escrita en un papel; sino las libertades concretas, garantizadas por organismos, instituciones, costumbres y hábitos antiguos, vivos y de escamoteo imposible. No de otro modo se gobierna en Inglaterra. La concepción liberal de la libertad ha sido destrozada por el socialismo. La libertad la hemos perdido, probablemente para siempre.

UN SEÑOR DE BARCELONA /
JOSEP PLA


Josep Pla

MARTES, 23 DE FEBRERO

EL TOMAHAWK DE CRISTIANO

Según el Génesis (II, 19.20), Adán se vio en el trance de inventar nombres para los animales, que es el lío en que andan ahora el As y el Marca, por ver de darle un nombre mediático a los golpes francos de Cristiano Ronaldo, quien, entre varias propuestas, se inclina por tomahawk, cosa que le parece bien al As, porque así vuelan, dice su director, las hachas de los arapahoes. Ya sólo falta que El País se ponga a buscar un nombre para el zapatazo político.

El zapatazo político ha experimentado tantos desarrollos como el tomahawk. Lo inventó Nikita Kruschev en septiembre de 1959 cuando, para reclamar la atención de los delegados, se quitó un zapato y golpeó el pupitre de la Onu. Un periodista iraquí lo transformó en arma arrojadiza contra Bush, para regocijo de todo el periodismo de progreso. Y un kurdo ha hecho otro tanto en Sevilla contra el presidente turco Erdogan, el único amigo de... Zapatero.

Ignacio Ruiz Quintano

BALLESTEROS EN EL CALLEJÓN


José Ramón Márquez

Plaza de toros de Valdemorillo. Sábado, 6 de febrero. Muchos aficionados de Madrid se han acercado al pueblo serrano a ver a los Peñajara y a Leandro (antiguamente Marcos). En la pequeña fila que se ha formado ante la taquilla, hay un personaje totalmente inesperado ante una taquilla; se trata de José Pedro Gómez Ballesteros, el popular gerente de la plaza de Las Ventas.

El aficionado A. está situado detrás de él. Le comenta a M.R., que le acompaña:

-¡No me lo puedo creer! ¡Lo nunca visto! ¡Ballesteros haciendo cola para comprar una entrada!

Ya le toca el turno a Ballesteros. Entonces se aproxima a la taquilla y le dice con seguridad a la persona que hay dentro:

-Oye, mira, que estas entradas que me habéis dado, a ver si me las puedes cambiar por otras del callejón...

El callejón es el hábitat natural de Ballesteros, como el hielo para los osos polares.